Autoridades de la región plantearon la urgencia de una cooperación internacional renovada
Rodolfo Solano Quirós, Ministro de Relaciones Exteriores y Culto de Costa Rica, y Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la CEPAL, inauguraron evento organizado de forma paralela al Foro Político de Alto Nivel sobre el Desarrollo Sostenible 2021.
Autoridades de América Latina y el Caribe y funcionarios internacionales plantearon la urgencia de renovar la cooperación internacional sobre la base de una medición multidimensional del desarrollo, que dé cuenta de las brechas estructurales que enfrentan los países de ingreso medio, durante evento virtual organizado por el Gobierno de Costa Rica y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) de forma paralela al Foro Político de Alto Nivel sobre el Desarrollo Sostenible 2021.
El encuentro virtual Mediciones multidimensionales del desarrollo: oportunidades para una cooperación renovada en América Latina y el Caribe fue inaugurado por Rodolfo Solano Quirós, Ministro de Relaciones Exteriores y Culto de Costa Rica, y Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la CEPAL, quien presentó el documento de trabajo Oportunidades para una cooperación renovada en América Latina y el Caribe. Desarrollo en transición: concepto y medición en construcción, solicitado por el Gobierno de Costa Rica y cuya edición final incluirá los comentarios que formulen los países tras la cita.
Junto con agradecer el informe, el que describió como “una herramienta para la toma decisiones”, el Canciller Rodolfo Solano Quirós planteó que hoy más que nunca los países de América Latina y el Caribe necesitan planificar de una manera conjunta y solidaria los próximos años. La región está dando pasos decididos en la búsqueda de un cambio de enfoque, uno que reconozca las realidades objetivas de los países para lograr el verdadero desarrollo, dijo.
“El concepto de desarrollo en transición nos parece adecuado para construir una medición más efectiva del desarrollo, una medición multidimensional que refleje y aborde apropiadamente las particularidades y necesidades de cada país, porque creemos firmemente que su aplicación puede sentar las bases de una distribución más justa y efectiva de los recursos de la cooperación internacional para el desarrollo, bajo el espíritu de una renovada solidaridad global”, declaró.
Durante su intervención, Alicia Bárcena señaló que “la cooperación internacional ha sido y es una fuerza impulsora del avance económico y social de gran parte de los países del mundo. Renovar la cooperación internacional es fundamental para lograr un desarrollo más inclusivo y sostenible para todos los habitantes de América latina y el Caribe”.
La Secretaria Ejecutiva de la CEPAL recordó que América Latina y el Caribe es una región de ingreso medio que se encuentra en un proceso de transición al desarrollo, que mantiene importantes brechas estructurales y que ha sido una de las más golpeadas por la crisis sanitaria, así como por sus efectos económicos y sociales. El alto endeudamiento y el reducido espacio fiscal de los países de la región no solo está amenazando la mantención de los planes de emergencia por la pandemia sino también la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030, alertó.
En ese marco, la alta funcionaria insistió en que el ingreso per cápita es una medida insuficiente para evaluar los avances de los países en términos de desarrollo, bienestar y sostenibilidad. Por ello, la CEPAL ha elaborado un marco analítico basado en el concepto de “desarrollo en transición”, que considera las trampas y las brechas estructurales que enfrentan países de ingreso medio como los de América Latina y el Caribe.
El objetivo es poner esta propuesta al servicio de la comunidad internacional para definir los criterios de otorgamiento de financiamiento internacional para el desarrollo, explicó.
Durante su presentación, Bárcena detalló los numerosos efectos directos e indirectos, tanto financieros como no financieros, que provoca la graduación de los países de la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD). Seis países de la región ya se han graduado como potenciales receptores de estos recursos (Bahamas, Barbados, Chile, Saint Kitts y Nevis, Trinidad y Tabago y Uruguay) y se espera que otros dos lo hagan en 2022 (Antigua y Barbuda y Panamá), indicó.
La AOD continúa siendo importante para muchos países de la región, pese a su nivel de ingreso per cápita, enfatizó. Esta representó el 34% de los flujos financieros recibidos por el Caribe en 2019. En países como San Vicente y las Granadinas y Dominica equivalen a 10,3% y 9% del PIB, respectivamente.
“Las nuevas formas de cooperación tienen que abordar temas transversales, como la economía del cuidado, considerar políticas industriales para crear economías de escala y, sobre todo, ampliar la caja de herramientas, incluyendo instrumentos de financiación y fondos climáticos”, sostuvo Bárcena.
Tras su presentación, se dio paso a un panel de alto nivel que contó con intervenciones de Cristián Jara, Director Ejecutivo de la Agencia Chilena de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AGCID); Alejandro Mernies, Director General de Cooperación Internacional del Ministerio de Relaciones Exteriores de Uruguay; Pedro Brolo, Ministro de Relaciones Exteriores de Guatemala, en ejercicio de la Presidencia del Grupo de Países con Ideas Afines que Apoyan a los Países de Ingreso Mediano (por video), y Rita Hernández, Directora de Cooperación Internacional del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de Costa Rica, en ejercicio de la Presidencia del Comité de Cooperación Sur-Sur de la CEPAL, quienes también agradecieron la elaboración del informe. Mario Cimoli, Secretario Ejecutivo Adjunto de la CEPAL, actuó como moderador.
El Canciller de Guatemala, Pedro Brolo, señaló que “durante el 2021 asumimos la presidencia del Grupo de Amigos de los países de renta media en las Naciones Unidas, espacio que nos ha permitido contribuir al debate mundial para replantear la estructura multilateral de apoyo a los países en desarrollo, que debe de basarse en criterios multidimensionales, incluyendo factores de vulnerabilidad y de riesgo en las tres dimensiones del desarrollo sostenible: lo económico, social y ambiental”.
Alejandro Mernies, de Uruguay, coincidió en la “imperiosa la necesidad de repensar una cooperación internacional para el desarrollo que deje atrás el modelo tradicional y avance decididamente hacia un sistema de cooperación internacional integral y sin exclusiones”. El concepto de desarrollo en transición es fundamental en este marco, aseguró.
Cristián Jara, Director Ejecutivo de AGCID, indicó que la propuesta de la CEPAL es “un aporte sustantivo en el desafío que tenemos como región de unificar el lenguaje y de tener una postura común”, además de presentar una radiografía del estado actual de la cooperación en América Latina y el Caribe. “La graduación no solo tiene impacto económico sino multidimensional en los países”, subrayó.
Rita Hernández, de Costa Rica, enfatizó, por su parte, que, en el marco del paradigma del desarrollo en transición, es imprescindible definir estrategias de largo plazo de apoyo a los países, a través de instrumentos innovadores de cooperación, que eviten una crisis de recursos para el desarrollo. Asimismo, repasó las iniciativas llevadas a cabo por su país desde la Presidencia del Comité de Cooperación Sur-Sur de la CEPAL.
Finalmente, Alicia Bárcena remarcó que “la cooperación debe incluir a todos los países, más allá de su nivel de ingresos, fundarse en sus problemas y oportunidades, reconocer sus estrategias nacionales, ser flexible para responder a la incertidumbre, reconocer el compromiso y la participación de los países en transición al desarrollo, garantizar el acceso a financiamiento concesional a todos los países de ingreso medio, especialmente las economías más pequeñas, y reconocer la perspectiva regional para fortalecer la cooperación y las posiciones comunes frente al mundo multilateral”.