Los bosques de América Latina y el Caribe son claves para sostenibilidad ambiental y seguridad alimentaria del planeta
La necesidad de avanzar hacia una promoción y gestión forestal más sostenible y resiliente, haciendo frente a los impactos del COVID-19, fue una de las conclusiones de la 32º Reunión de la Comisión Forestal para América Latina y el Caribe (COFLAC).
Llevada a cabo del 6 al 10 de septiembre, con Jamaica como país anfitrión, la COFLAC resaltó la importancia de los bosques para mejorar medios de subsistencia de las personas, contrarrestar los impactos del cambio climático y detener la pérdida de la biodiversidad.
“Los bosques tienen un rol estratégico para la futura resiliencia de los sistemas alimentarios. Los productos forestales sostenibles, permiten incrementar beneficios sociales, económicos y medioambientales”, dijo el representante Regional de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), Julio Berdegué.
Según la FAO, los bosques proporcionan servicios ecosistémicos que son cruciales para la agricultura, como la regulación del flujo de los ríos, la recarga de aguas subterráneas, y la protección de los suelos.
Pese a ello, la deforestación y la degradación forestal siguen avanzando, lo que contribuye a la actual pérdida de la biodiversidad: según datos de la FAO, América del Sur perdió 2,6 millones de hectáreas de bosque cada año en el período 2010-2020, la segunda tasa más alta del mundo después de África.
Tenencia de la tierra e inversión en bosques
Uno de los temas destacados durante la COFLAC fue la importancia del acceso a la tierra, a los recursos y a las inversiones en los bosques, y cómo esto puede impulsar un mejor bienestar para mujeres, jóvenes y comunidades indígenas.
Para lograr la igualdad de género en el sector, es fundamental mejorar su acceso a la tierra, a la tecnología, al crédito y la capacitación, e impulsar su participación en la toma de decisiones.
Los expertos reunidos en la COFLAC también remarcaron la importancia del Decenio de las Naciones Unidas sobre la Restauración de los Ecosistemas (2021 -2030), como una gran oportunidad para la recuperación.