ARTICULO: El SOTUS de Joe Biden
Por: Dr. Virgilio M. Malagón Álvarez, PhD,
virgiliomalagonalvarez@gmail.com
Para «El Mundo de los Negocios» y demás Multimedios
de The Ballester Business & Media Group, Inc.
En los Estados Unidos de Norteamérica, POTUS significa President of the United States y el SOTUS es el State Of The Union Speach (Address); más o menos una rendición de cuentas al estrilo de nuestros consuetudinarios 27 de Febrero.
En este SOTUS, del primero de marzo pasado, el POTUS estuvo parado frente al Congreso Norteamericano (COTUS) por casi dos horas, donde desarrolló diversos temas de índole político y económicos; todos con un enfoque cuasi demagógico, rallando a veces en lo histriónico y fabulario.
NOTA: Debido a que los argumentos geopolíticos esgrimidos en este SOTUS obedecen a posturas muy particulares de la dinámica política norteamericana, solo me concentrare en los aspectos económicos del mismo. Veamos:
1-POTUS desarrolló su alocución basado principalmente en devolver la confianza al pueblo estadounidense esgrimiendo medidas de fuerza contra Vladimir Putin, las grandes farmacéuticas, el entramado tecnológico chino, los costes de los fletes, los pocos impuestos que pagan los ricos y finalmente, la condición precaria en los hogares de la clase media.
2-Las ¨herramientas¨ que también esgrimió para contrarrestar los argumentos anteriores, se basaron en:
a)- innumerables subsidios a los hogares norteamericanos,
b)-mesas y pool de compras multilaterales, de combustibles sindicados,
c)-incentivos a los emporios de la tecnología, para que se instalen en los Estados Unidos,
d)-un ambicioso programa de construcción de infraestructura vial,
e)-penas severas a la especulación en los precios de los medicamentos básicos y especializados,
f)-creación de hubs de cabotaje marítimo multinacionales, para bajar los costes de los fletes,
g)-impuestos sobre las ganancias de capital altamente regresivos, y, claro está,
h)- medidas de índole fiscal muy severas a los oligarcas corruptos de la Union Soviética.
Como el lector podrá apreciar, tanto el desarrollo del punto No.1 como las medidas del No.2, arrancaron sendos aplausos de los congresistas e invitados especiales, logrando POTUS con su SOTUS el objetivo principal: La reivindicación de sus accionar durante su primer año de gobierno.
Sin embargo, la realidad es otra. Veamos:
1-Los estímulos gubernamentales, las intervenciones del banco central (Reserva Federal) y la implementación de vacunas hicieron de 2021 un año de retroceso, debido a los cierres y despidos masivos que llevaron a una rápida y profunda recesión en 2020.
Sin embargo, ahora, la economía actual no tiene precedentes en su accionar ambiguo y paradójico al exhibir un fuerte crecimiento basado en una disminución del desempleo, alta inflación, una oferta monetaria en rápido aumento, una deuda pública en aumento y una pandemia en receso.
2-Se pronostica, que el crecimiento económico podría cerrar en, el 2022, con valores superiores al promedio del 2021.
Además, se espera que el PIB real aumente un 5,5 % durante este año. A medida que avanzamos hacia el 2023, se espera que el ritmo de crecimiento económico real se modere, con una proyección de consenso actual de 3,9 %.
Sin embargo, la mayoría de los predictores auguran que el crecimiento futuro volverá lentamente a los niveles previos a la pandemia para el 2023 o el 2024.
3-Ahora bien, con una inflación desenfrenada, la gran pregunta es: ¿Podría el crecimiento trimestral del Producto Interno Bruto real, volverse negativo en el 2022 y caer en una estanflación? Esto es absolutamente posible.
Dado que la tasa de crecimiento real del tercer trimestre fue solo del 0.6%, el crecimiento del PIB real podría volverse negativo durante períodos del 2022, mientras que lo más probable es que el PIB nominal continúe con una trayectoria positiva, de ahí que, mucha incertidumbre rodee la fuerza y el ritmo del crecimiento económico para el año 2022.
Otros factores influirán en el acontecer económico norteamericano, a saber:
-Una Política Monetaria acomodaticia de la Reserva Federal.
El mayor riesgo que enfrenta la economía global en el próximo año son las políticas de la Reserva Federal estadounidense en lo referente al manejo de la inflación.
La inflación actual (tanto a nivel federal como mundial) está impulsada por factores complejos, más allá de las cadenas de suministro interrumpidas y el aumento del gasto de los consumidores. No se puede entender la inflación actual sin tener en cuenta el crecimiento de la oferta monetaria estadounidense.
La única política que podría implementar la Casa Blanca para frenar la inflación sería el aumento de los impuestos.
Aunque la Reserva Federal (FED) sigue considerando que la inflación es un subproducto del exceso de demanda y las interrupciones de la oferta, tal discusión no apunta a una solución.
La decisión de la FED de reducir gradualmente su programa de compra de bonos es un primer paso, pero es poco probable que sea suficiente. En última instancia, esta deberá revertir su programa de compra de bonos, elevando las tasas de interés en el proceso y posiblemente deteniendo el crecimiento económico. De nuevo, el fantasma de la estanflación se cierne sobre la nación norteamericana.
-Loa perpetuación de la escasez de mano de obra.
Si bien el crecimiento del empleo sigue siendo muy fuerte, el problema es una oferta laboral limitada con más de 12 millones de vacantes en el último informe de la Oficina de Estadísticas Laborales. A esto se suma el hecho de que cinco millones de personas han abandonado el mercado laboral estadounidense desde que comenzó la pandemia, debido a los subsidios generosos del Tío Sam.
Si este desequilibrio persiste, perjudicará la productividad y, con el tiempo, socavará el crecimiento económico.
Los trabajadores han dudado en reincorporarse a la fuerza laboral durante la pandemia y, con una población que envejece, las jubilaciones han aumentado.
En este contexto, aquellos que cambian de trabajo a menudo pueden obtener un salario más alto, resultando en el mayor aumento reciente de salarios registrado durante los últimos 20 años.
Estos aumentos salariales están contribuyendo al aumento de los costos de los insumos, lo que hace que las empresas aumenten los precios de producción, alimentando la tasa de inflación actual, que en sí misma es una preocupación económica.
-La cadena de suministro: más allá del tapón y el atolladero.
Dadas las amenazas recurrentes de Covid-19, es posible que los atrasos en la cadena de suministro no se resuelvan en 2022, lo que es una mala noticia tanto para las empresas como para los consumidores.
Más allá de las perturbaciones actuales en la cadena de suministro, existen problemas más profundos que las empresas de todos los sectores deben abordar, como son, por ejemplo:
Dónde obtener las materias primas para producir, y cómo distribuir lo producido en todo el mundo.
Los problemas de cambio de suministro comenzaron con el estallido de la pandemia cuando se cerró la producción en Wuhan, China. Como resultado, algunas empresas comenzaron a trasladar la producción regionalmente; de China a Vietnam.
Sin embargo, reestructurar las cadenas de suministro es algo muy complejo y costoso.
Las empresas, deben considerar qué parte de su cadena de suministro debe ser internacional o nacional para poder afrontar los problemas futuros de producción y cadena de suministros, asi como la contratación de personal y los niveles nuevos de salarios.
Ahora bien: Los problemas de la cadena de suministro ahora y en el futuro pueden dañar la economía al disminuir los suministros y, por lo tanto, aumentar el costo de los bienes.
-Finalmente, de vital importancia para los negocios globales es la relación entre EE. UU. y China.
Si bien las tensiones aumentaron en la última administración, ahora se perfilaba una esperanza de mejoría. Desafortunadamente, las tensiones no se han relajado. En cambio, con el poder creciente del presidente Xi Jinping, las amenazas regionales y globales de China también están aumentando.
Solo hay que ponderar la actitud del gigante asiático hacia Taiwán; las tensiones podrían escalar a niveles demenciales, afectando el comercio y la economía mundial, así como el panorama geopolítico.
En el pasado, en una postura cuasi-imperial, los estados Unidos han ignorado los riesgos que plantean las expansiones de China en el Mar de China Meridional y más allá.
Ahora bien, lo que EE. UU. no puede hacer, tal y como lo ha hecho en el pasado, es que es MUY importante que los EE. UU. y sus aliados, se mantengan unidos para enfrentar a China. Sin embargo, esto es más fácil decirlo, que llevarlo a cabo, por razones de que se le ha disminuido a POTUS su capacidad de poder concertar una homologación de fuerzas, muy dispersas, hoy día.
Como el lector podrá apreciar, al Presidente Estadounidense le quedan días llenos de abrojos económicos, institucionales y geopolíticos, que exigirán habilidades más allá que las que desplegaron Nicolás Maquiavelo y Charles Maurice de Talleyrand.-.