Cómo movilizar capital privado para la infraestructura sostenible en Latinoamérica
Las inversiones relacionadas con el clima que se necesitan en la región hasta el final de la década están entre US$470.000 millones y US$1,3 billones. Puesto que los gobiernos no pueden financiar tales cantidades, recurren cada vez más al sector privado para obtener capital y aliviar la presión.
Un estudio realizado este año por el Banco Interamericano de Desarrollo mostró que el gasto social y en infraestructura necesario para cumplir con los objetivos del cambio climático en América Latina y el Caribe (ALC) para 2030 ronda el 7% y el 19% del PIB. La necesidad imperiosa de infraestructura sostenible es evidente, al igual que la falta de proyectos financiables y las limitaciones de financiamiento para los que ya existen.
Las inversiones relacionadas con el clima que se necesitan en la región hasta el final de la década están entre US$470.000 millones y US$1,3 billones, dependiendo de las condiciones iniciales y de los objetivos económicos y sociales propuestos. Puesto que los gobiernos no pueden financiar tales cantidades, recurren cada vez más al sector privado para obtener capital y aliviar la presión.
Aprovechar las fuentes de capital local e internacional de la banca comercial, los fondos de pensiones, las compañías de seguros y otros inversores constituye una oportunidad valiosa para seguir acelerando el desarrollo liderado por el sector privado en ALC.
En BID Invest, el brazo del sector privado del Grupo BID, hacemos inversiones directas en proyectos de infraestructura y movilizamos a los inversores del mercado de capitales. Desde 2016, hemos trabajado para ofrecer nuevas oportunidades a los inversores que desean contribuir al crecimiento sostenible de la región. Hasta la fecha, hemos movilizado más de US$10.000 millones de inversores de todo el mundo, de los cuales el 60% ha sido destinado a proyectos de cambio climático en ALC.
Junto con nuestros clientes de infraestructura y nuestros socios en la movilización y el financiamiento combinado, hemos alcanzado este nivel desarrollando estructuras financieras innovadoras y mitigando los riesgos no financieros a través de nuestras políticas de buenas prácticas ambientales y sociales, de gobernanza corporativa y de integridad, entre otras. Los siguientes son ejemplos que demuestran cómo estamos actuando en materia de inversiones en infraestructura en ALC.
• La estructura de Préstamo A-Bono B ofrece las ventajas del paraguas del Grupo BID a los inversores de bonos locales e internacionales, en muchos casos, para aportar la escala y comerciabilidad necesarias para incentivar la inversión en proyectos sin grado de inversión. Comenzamos lanzando el producto en el mercado de colocación privada y ahora estamos pasando al mercado 144A, dirigido a inversores institucionales calificados. Hasta ahora, hemos utilizado el producto para movilizar US$759 millones de inversores privados para proyectos en los sectores de energías renovables y transporte.
• Las garantías de BID Invest ayudan a mitigar los principales riesgos que los inversores de los mercados de capitales no quieren asumir. Para un proyecto reciente en Paraguay, la garantía de BID Invest durante la construcción mitigó los riesgos relacionados con los derechos de paso y exceso de costos, lo que permitió que los bonistas pusieran su dinero antes e invirtieran durante el período de construcción, el de mayor riesgo del proyecto.
• Nuestro producto de participaciones en los riesgos sin financiamiento aprovecha nuestra capacidad de financiamiento en ALC para movilizar la inversión de entidades de crédito e inversores que tienen apetito de riesgo para apoyar las inversiones en infraestructura sostenible en la región, pero que no tienen acceso a soluciones de financiamiento rentables en determinados países. En el caso de un proyecto solar reciente en Brasil, BID Invest financiará el préstamo, pero lo hará con una contragarantía de los bancos comerciales participantes.
• Los recursos de financiamiento combinado de las entidades donantes constituyen una herramienta de movilización particularmente eficaz en lo que respecta a las inversiones en infraestructura sostenible, ya que pueden generar resultados favorables que alienten la participación del sector privado en el futuro. Mediante la movilización de financiamiento combinado, BID Invest financió los primeros cuatro proyectos solares y eólicos en Uruguay desde 2014, con La Jacinta, hasta 2016, con Natelu Yarnel y Casablanca Giacote. Más adelante, en 2020, los bancos comerciales e inversores institucionales ingresaron en el sector y refinanciaron los proyectos a precios más atractivos, lo que demostró claramente que nuestra intervención inicial dio lugar a un cambio en la percepción del riesgo y el movimiento en el mercado.
• BID Invest contribuye a mitigar los riesgos no financieros, que resultan poco o nada atractivos para los inversores de los mercados de capitales. Además del papel que desempeñamos en reducir la incertidumbre política, nuestros elevados estándares ambientales y sociales, de gobernanza corporativa y de integridad reducen la probabilidad y el impacto de los eventos de riesgo no financiero y, en última instancia, hacen que los proyectos de gran impacto resulten más atractivos para los inversores de los mercados de capitales.
Un informe de BCG de 2022 señaló que los activos administrados a nivel mundial alcanzaron los US$112 billones, con un crecimiento constante en la última década. Aunque las inversiones se inclinan en gran medida hacia los activos con grado de inversión, se estima que entre el 1% y el 3% se invierte en mercados emergentes. Esto significa que el capital privado está disponible, y el desafío consiste en estructurar los proyectos financiables con los instrumentos adecuados para conectar esos activos de infraestructura con los inversores privados.
BID Invest está a la altura del desafío y seguirá trabajando con clientes y socios para desarrollar proyectos de infraestructura sostenible que reduzcan las emisiones de carbono y den más resiliencia a ALC frente a los impactos del cambio climático.