BPI Recomienda a bancos centrales mejorar la seguridad de pagos
El director general del Banco de Pagos Internacionales (BPI), Agustín Carstens, comunicó que ante los desafíos que enfrentan los sistemas de pago a nivel global, los bancos centrales deben tener un papel más importante en la mejora de seguridad y eficiencia de ellos, por lo que la innovación es preponderante en su labor de garantizar la confianza requerida.
Carstens agregó que los bancos centrales tienen una función fundamental en los sistemas de pago, y los cambios que se están produciendo les obligan a redoblar sus esfuerzos y a asumir un papel más destacado en la mejora de la seguridad y la eficiencia de estos sistemas.
Un sistema de pago es un conjunto de instrumentos, procedimientos y reglas para la transferencia de fondos, por lo que éstos son vitales para el funcionamiento de la economía. “Las transferencias seguras y eficientes apuntalan la compra y venta de bienes, servicios e instrumentos financieros”, indicó.
“El dinero y los sistemas de pago se basan en la confianza en la moneda, ya sea en su versión física o digital, y solo el banco central puede garantizar esa confianza”, añade Carstens, que fue gobernador del Banco de México.
Todavía mucha gente tiene un acceso limitado o no tiene acceso a un banco u otro tipo de cuenta para realizar pagos en países con economías emergentes, en los que es caro abrir una cuenta bancaria.
Además, algunos bancos centrales buscan la posibilidad de crear su propia moneda digital para pagos minoristas, tras la aparición de proyectos como la libra de Facebook.
Por ejemplo, los bancos centrales de Dinamarca, Noruega y Suecia estudian la creación de sus respectivas coronas electrónicas.
El BCE también ha dicho que explora la posibilidad de crear un euro digital.
“Para que una moneda digital emitida por un banco central para uso minorista genere confianza y sea ampliamente utilizable, ha de ser segura, accesible y tan cómoda de usar como el efectivo, y además debe proteger la privacidad”, según explican Raphael Auer (BPI) y Rainer Böhme (Universidad de Innsbruck) en un artículo del informe.