La economía mundial se adentra en lo desconocido
Algunos economistas se han referido a otros eventos como la Gran Recesión de 2008, el crash de 1929 y primeros años de los 30, en los que la economía sufrió fuertes embestidas.
El coronavirus ha hecho caer los grandes mercados bursátiles en las últimas semanas. La economía mundial ha entrado en un terreno inhóspito y habrá que esperar meses para ver el alcance real del zarpazo en toda su amplitud.
Ángel Talavera, jefe de análisis de Oxford Economics señaló que “al principio, cuando el coronavirus empezó a golpear China era un impacto muy específico de oferta, sobre la cadena de suministro”, en cambio, “ha escalado el escenario a otra magnitud: ahora es también un choque de demanda muy fuerte”, lo que la hace ser catalogada como una crisis híbrida.
Muy diferente a lo vivido hace una década, cuando en 2008 aconteció el estallido de una burbuja y el desplome de un sector bancario hipertrofiado e infrarregulado, que desató un pánico general y hundió el consumo, las casas de análisis revelan que la banca de hoy está más controlada y mejor capitalizada, por lo que el riesgo de contagio a lo financiero es menor. Pero a esto advierte José Juan Ruiz, ex economista jefe del BID, llamando al cuidado que si llega ocurrir la descapitalización sería “la madre de todas las batallas”.
Hace tres meses, cuando la gran preocupación global era la guerra comercial entre EE UU y China, jamás se pensó que el Covid monopolizaría todo. Expertos como Kenneth Rogoff y Juan José Ruiz, ven trazas de la crisis de los setenta revivida, cuando el embargo petrolero de los países del Golfo cuadruplicó el precio por barril y dañó la sala de máquinas de las economías occidentales. Otros como Joan Roses, responsable del Departamento de Historia Económica de la London School of Economics, ven —con todas las precauciones debidas— más similitudes con el crash del año 29 del siglo pasado.
Una de las grandes diferencias de esta crisis es que el impacto es secuencial: como si se tratara de un tsunami, el virus golpeó primero a China; luego llegó a Irán y a Corea del Sur; ahora Italia y al resto de Europa occidental, ya oficialmente convertida en epicentro de la epidemia.
Talavera califica las previsiones como desfasadísimas y que ponerle números a la crisis es muy arriesgado: lo que empezó como una gripe más a ojos de Occidente, ha mutado en algo mucho más serio y se ha vuelto algo impredecible, hasta tanto no se tenga una cifra al cierre de marzo, como guía no se podrá hacer una proyección. David Wilcox, director de investigación de la FED, dijo que las circunstancias cambian tan rápido que es imposible confiar en cualquier pronóstico.