Trabajando por la salud universal: Servicios de salud asequibles y de calidad

Trabajando por la salud universal: Servicios de salud asequibles y de calidad

La magnitud del desafío sanitario mundial es abrumadora. Las megatendencias globales —como la disminución de las inversiones en los sistemas de salud, el cambio climático y el envejecimiento de la población— dificultan el acceso a una atención médica asequible y de calidad. Más de la mitad de la población del mundo carece de acceso a servicios de salud esenciales y casi 2000 millones de habitantes enfrentan dificultades financieras debido a los altos costos de la atención médica. Sin acceso a servicios de salud básicos, millones de personas siguen atrapadas en ciclos de pobreza. Esta falta de oportunidades frena el potencial humano y el crecimiento económico. Una buena salud significa una mejor calidad de vida, un mayor acceso a la educación y el empleo, y una mayor resiliencia ante futuras crisis.

Trabajando por la salud universal: Servicios de salud asequibles y de calidad

En los últimos años, algunos países han logrado importantes avances a pesar de los desafíos. Por ejemplo, en Pakistán (i), donde millones de personas se empobrecen debido a los gastos en salud, el Banco Mundial respalda reformas del financiamiento de la salud para hacer más eficiente y sostenible el gasto público.

El Gobierno de Côte d’Ivoire, con el apoyo del Banco Mundial, ha logrado avances significativos hacia la cobertura universal de salud mediante la implementación de un programa de reforma a nivel nacional. Esto ha llevado a un rápido aumento de la calidad y la utilización de servicios clave, la contratación de más de 3.000 nuevos trabajadores de la salud desde 2022 y la mejora de la infraestructura sanitaria mediante la construcción de más de 200 nuevos centros de salud y la rehabilitación de 447 centros en 2023.

Samoa (i), un pequeño Estado insular que enfrenta a múltiples vulnerabilidades, incluido el cambio climático, aborda la crisis de las enfermedades no transmisibles con un enfoque que abarca todo el país, recursos descentralizados y una mayor difusión comunitaria que permite ampliar el acceso a los exámenes y servicios de salud, especialmente en las zonas rurales.

Llegar a 1500 millones de personas para 2030

Estos ejemplos muestran que el cambio es posible a pesar de los desafíos si actuamos con seriedad y ambición, y elegimos los puntos de entrada, las actividades y las alianzas adecuados. Por este motivo, a inicios de este año, el Grupo Banco Mundial estableció una meta ambiciosa para ayudar a los países a brindar servicios de salud asequibles y de calidad a 1500 millones de personas de aquí a 2030. Nuestro compromiso es ayudar a los países a prestar servicios de calidad, entre otras cosas, gastando el dinero mejor y con mayor eficacia, y aumentando el financiamiento sostenible de la salud. Se trata de abordar las necesidades inmediatas y, al mismo tiempo, sentar las bases para mejoras sostenibles a largo plazo:

En primer lugar, ayudamos a los países a llegar a más personas dentro de las comunidades, en particular a encontrar a las poblaciones que están excluidas del acceso a servicios esenciales. Necesitamos averiguar quiénes son, dónde están y qué dificultades enfrentan para acceder a servicios, como la salud, la educación y los servicios financieros.

En segundo lugar, ampliamos el alcance de los servicios en respuesta a los cambios demográficos que conducen a nuevas necesidades de salud. Los esfuerzos incluyen servicios de salud y nutrición esenciales para mujeres y niños en países con poblaciones jóvenes que aumentan rápidamente, pero también servicios para abordar la creciente carga de enfermedades no transmisibles y las necesidades de atención a largo plazo asociadas con el envejecimiento de la población. Debemos centrarnos en la atención primaria y la salud comunitaria, porque es en ese nivel donde podemos llegar a la mayoría de las personas. Pero también necesitamos nuevos modelos de prestación de servicios y más innovaciones, como plataformas digitales y servicios de telemedicina.

En tercer lugar, hacemos todo lo posible para reducir las barreras financieras que impiden acceder a la salud, de modo que las familias no tengan que elegir entre recibir atención que puede salvar la vida y poner comida en la mesa. Por ejemplo, disminuir las tarifas en los puntos de atención para servicios clave, pero también fortalecer la protección social para garantizar que las personas reciban apoyo, independientemente del lugar donde viven y de su situación laboral. También será necesario considerar la eliminación de costos ocultos, como el transporte para llegar a los centros sanitarios.

Traducir el compromiso en acción

La exitosa reposición de los recursos de la AIF nos proporcionará recursos cruciales para nuestra labor con los países más pobres orientada a  acelerar la expansión de los servicios de salud, nutrición y población de calidad y fortalecer la capacidad de los países para prevenir y detectar emergencias sanitarias y responder a ellas.

En conjunto con la AIF, el Mecanismo Mundial de Financiamiento (i) puede ayudar a movilizar más y mejor financiamiento para mejorar los resultados de salud y nutrición entre las mujeres, los niños y los adolescentes, una vía fundamental para llegar a los 1500 millones de personas.

Además, seguimos trabajando en todos los sectores como “un solo Banco Mundial”, y aumentamos el financiamiento destinado a reformas de la salud pública y utilizamos la innovación del sector privado para apoyar los objetivos de cobertura sanitaria universal. Nuestro nuevo sistema de calificación institucional (i) nos exigirá rendir cuentas monitoreando el número de personas que reciben servicios de salud de calidad a través de las operaciones financiadas por el Banco Mundial.

El poder de las asociaciones

Para lograr nuestra meta se requieren alianzas sólidas. Estamos colaborando con los Gobiernos, el sector privado, los asociados en la tarea del desarrollo y la sociedad civil para lograr avances.

Pusimos en marcha el Fondo para la Transformación y la Resiliencia de los Sistemas de Salud, que llegará a USD 100 millones para fines de 2024. La iniciativa responde a la demanda de los países en materia de inversiones en cobertura sanitaria universal y facilita la colaboración entre donantes y fundaciones.

En asociación con Japón y la Organización Mundial de la Salud (OMS), estamos en proceso de crear en este país un centro relativo a la cobertura universal de salud, que apoyará el intercambio de conocimientos y el desarrollo de capacidades de las autoridades sanitarias y financieras, aprovechando la labor del Banco Mundial, la OMS y Japón dirigida a lograr la cobertura sanitaria universal.

También estamos facilitando oportunidades de cofinanciamiento con Gavi, el Fondo Mundial, y otros bancos multilaterales de desarrollo con el fin de aumentar los esfuerzos en el sector de salud. Además, estamos trabajando con fundaciones para ampliar las evidencias y las innovaciones.

Los desafíos para lograr la cobertura sanitaria universal son enormes, pero las oportunidades son aún mayores. Garantizar el acceso universal a los servicios de salud puede transformar la vida de miles de millones de personas y liberar todo el potencial de las naciones. Estamos comprometidos con este objetivo, pero no podemos hacerlo solos. Hacemos un llamado a todos los asociados en la tarea del desarrollo para que se sumen a nuestra misión de lograr que la salud sea accesible y asequible para más habitantes en el mundo. Trabajando juntos podemos crear un mundo más saludable, más equitativo y más próspero para todos.