La crisis del COVID-19 profundiza la desigualdad de género en la región
Un llamado a los países a romper el silencio estadístico para evitar que la crisis derivada de la pandemia del COVID-19 profundice los nudos estructurales de la desigualdad de género en la región hizo hoy Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), durante la sesión de clausura del XXI Encuentro Internacional de Estadísticas de Género.
“Se trata de visibilizar, reconocer y dignificar el trabajo y el aporte de las mujeres. Tenemos que reconocerlos cuantitativa, cualitativa y políticamente”, subrayó la alta representante del organismo regional de las Naciones Unidas.
El evento, organizado en conjunto por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) de México, el Instituto Nacional de las Mujeres del mismo país (INMUJERES), la Entidad de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres (ONU Mujeres) y la CEPAL, se realizó por primera vez de forma virtual durante cuatro sesiones los días 3, 10 y 24 de septiembre y 1 de octubre.
En la sesión de clausura, la Secretaria de Gobernación del Gobierno de México, Olga Sánchez Cordero, agradeció la labor de las instituciones organizadoras del Encuentro que cumple 21 años y señaló que “una de las cosas más alarmantes que hemos aprendido durante este período de crisis sanitaria, que no ha terminado, es que la desigualdad de género no se redujo durante las medidas de confinamiento y distanciamiento social. Al contrario, la violencia contra las mujeres aumentó y otras prácticas como la imposición de roles de género también se agudizaron. Podemos afirmar que la pandemia no ha sido igual para todas y todos”.
“En el ámbito latinoamericano, ONU Mujeres y CEPAL han tenido un papel sustantivo para que los avances sean posibles. Ejemplo de ello son el Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe o el Observatorio COVID-19 de la CEPAL”, indicó Sánchez Cordero.
Julio Santaella, Presidente del INEGI, hizo, por su parte, un resumen de los debates sostenidos durante las cuatro jornadas del Encuentro de este año -cuyo tema principal fue “Los retos para la generación y uso de las estadísticas de género en el contexto del COVID-19”-, y coincidió en que “para cerrar las brechas de género en América Latina y el Caribe, tenemos que terminar con la oscuridad estadística”.
Durante su intervención, Alicia Bárcena sostuvo que “la desigualdad define a América Latina y el Caribe y la vemos en los rostros de las mujeres. La desigualdad de género es un rasgo estructural de la región e implica una distribución inequitativa del poder, de los recursos, del tiempo, de la riqueza y está en la base de la insostenibilidad del estilo de desarrollo dominante”.
La máxima representante de la CEPAL planteó que la pandemia ha golpeado más fuertemente a las mujeres: se ha agudizado la violencia de género, están sobrerrepresentadas en los sectores más afectados por la pérdida de puestos de trabajo y se ven sobrecargadas por el trabajo doméstico y de cuidados no remunerado, por nombrar algunos impactos.
La CEPAL estima que la tasa de desocupación regional para las mujeres se ubicará alrededor del 15,2% en 2020, mientas que la de los hombres alcanzará el 12,3%.
“La producción estadística es la base esencial para la toma de decisiones. La información que se genera en los institutos y oficinas nacionales de estadística debe trasladarse rápidamente a los tomadores de decisiones, incluyendo al sector privado, que también debe involucrarse”, indicó Bárcena.
Finalmente, la alta funcionaria reafirmó el compromiso de la CEPAL de continuar brindando apoyo técnico y político a los países de la región, y estimular el fortalecimiento de los sistemas estadísticos con un enfoque transversal de género para acelerar el cumplimiento de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
“Queremos lograr la igualdad de género en todos los ámbitos: económico, político, físico. Porque la recuperación pospandemia será feminista o no será”, concluyó.