DAI como opción de ahorro y refugio a la inflación en Latinoamérica
Desde su creación, las criptomonedas han tenido diferentes aplicaciones, y su tecnología detrás (la blockchain) llegó para quedarse. Bajo este contexto, los latinoamericanos captaron la importancia de la criptomoneda en una etapa temprana. Muchas personas, actualmente utilizan a DAI, la cual tiene muchos usos gracias a su versatilidad, pero destaca su capacidad de proteger los ahorros y combatir la inflación.
Para los latinoamericanos, la verdadera moneda de refugio es el dólar estadounidense. Sin embargo, no siempre es fácil comprar, aquí es donde entra en juego la Stablecoin Dai de MakerDAO. Dai, construida en la red Ethereum y respaldada por un sistema de smart contracts y precios descentralizados, está diseñado para mantener una paridad flexible con el dólar estadounidense. En los últimos años, Dai y otros “cripto-dólares” que carecen de la volatilidad del Bitcoin han estado ganando terreno en América Latina, especialmente en Brasil, Colombia, Venezuela y Argentina.
Y es que, ante las dificultades económicas, la hiperinflación y los controles de capital, muchas personas en América Central y América del Sur comenzaron a recurrir a Bitcoin a medida que las condiciones económicas empeoraron en 2015. Su oferta limitada y su resistencia a la censura hicieron que Bitcoin fuera muy atractivo. Sin embargo, su volatilidad le impidió convertirse en un depósito de valor confiable para el día a día.
El Cripto-Dólar de América Latina
El caso de la adopción cripto en América Latina ha sido poderoso por mucho tiempo. La región se vio gravemente afectada por la inflación luego de la crisis de la deuda de la década de 1980, y aunque algunos países han logrado controlar sus monedas, otros están experimentando nuevos problemas.
Tal es el caso de Argentina y Venezuela solo por citar un ejemplo, con sus problemas de inflación. Lo que hace que los residentes continúen desconfiando de sus monedas. En este contexto, con una necesidad tan clara de una moneda estable para proteger el valor de los ahorros de los ciudadanos, Dai se ha convertido en un depósito de valor atractivo.
Dai es ampliamente comercializado en Argentina gracias a la Adopción de la Comunidad
El impulso de Dai se estaba acumulando constantemente en Argentina antes de la pandemia del coronavirus, que envió a la economía y a la moneda a una caída libre. A principios de 2020, solo un exchange en la región ofrecía Dai; hoy hay seis. Dai ha ganado una tracción increíble, lo cual es un logro notable, dado que apenas se conocía en el país hace dos años.
Especialmente en Argentina, donde a mediados de agosto, la tasa de inflación de 12 meses en el país era superior al 40%. Dai se ha convertido en un depósito de valor popular, al menos para las personas. Dai todavía no se usa mucho para las compras diarias, como los comestibles porque aún falta más adopcion. Pero las personas están almacenando sus ahorros en Dai y luego están convirtiendo su Dai a su moneda local cuando lo necesitan.
Ahora bien, si bien algunas monedas nacionales son muy estables y deseables, no siempre es fácil acceder a ellas. Dai, sin embargo, puede comprarse en varios intercambios o generarse a partir de varias formas de garantía criptográfica por cualquier persona, y luego guardarse o transferirse fácilmente a cualquier parte del mundo.
Como moneda estable descentralizada creada por el usuario, Dai no tiene un emisor o administrador centralizado. Mientras los usuarios mantengan su Dai en una billetera de software, como Metamask, mantienen un control total e independiente de sus fondos.
Por su naturaleza descentralizada, es resistente a la censura ya que ninguna entidad tiene control total sobre la red. Esta cualidad es muy valorada por quienes deben mandar remesas a otros países, o estructurar pagos diferidos.
En esencia, las Dai están soportadas en ETH y así obtienen una estabilidad que el resto de otros cripto activos no tiene. Es así como Dai no pierde valor y resiste mejor la fluctuación severa del mercado.