ARTÍCULO: Desafíos que debemos superar para liberar el potencial del hidrógeno verde
Estamos en un punto de inflexión para el desarrollo del hidrógeno verde en América Latina y el Caribe. Actualmente hay 65 proyectos en la región, 92% de los cuales están en etapas tempranas. Muchos otros están en etapa de propuesta. El común denominador es el lento avance, por barreras legales, regulatorias, financieras, técnicas, y de mercado.
Varios países tienen potencial para ser líderes en exportación, y se estima que el mercado global alcanzará un valor cercano a US$10.000 millones en 2028. América Latina y el Caribe es la cuarta región con mayor potencial exportador de hidrógeno verde, y la Unión Europea, Japón y Corea serían los principales importadores.
Ahora es el momento de que este potencial se materialice, para que la región asuma su posición como líder mundial en la producción de hidrógeno verde. Los proyectos deben superar la etapa de desarrollo y pasar a la etapa de construcción y operación.
Para lograrlo, estos son los tres desafíos que debemos superar:
1. Marcos regulatorios e incentivos fiscales
El ingreso y desarrollo del hidrógeno verde al mercado energético debe ir acompañado de un apoyo consensuado de los gobiernos y un marco regulatorio, además de la activa y comprometida participación del sector privado, academia, y grupos de interés Además, debe haber una estrategia nacional/hoja de ruta para su desarrollo, como se está haciendo en varios países. En 2023, Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Panamá, y Uruguay contaban con estrategias de hidrógeno, y Bolivia, Paraguay, Perú, y Trinidad y Tobago las estaban preparando (AIE, 2023), en su mayoría, con apoyo del BID. Adicionalmente, se deberá cooperar en establecer estándares y esquemas de certificación.
Se deberán considerar también novedosos esquemas de financiamiento con claros marcos legales, con incentivos a la inversión o presupuesto, y capital de riesgo semilla que disminuya los riesgos. Globalmente, desde 2021, se han lanzado seis fondos de este estilo, incluido uno de US$7.000 millones en Estados Unidos en 2022. En 2023 Chile -uno de los países con mayor potencial en la región- presentó un Fondo para el Desarrollo del Hidrógeno Verde por US$1.000 millones, con aportes del BID y otras entidades de desarrollo, que proporcionará asistencia técnica y financiamiento concesional para nuevos proyectos.
2. Fabricación masiva de electrolizadores
Avanzar en la producción de hidrógeno verde y en metas de descarbonización requiere la fabricación masiva de equipos de electrólisis, ya que la oferta actual no satisface la demanda global. En 2022 la capacidad de electrolizadores en todo el mundo estaba cuatro órdenes de magnitud por debajo de los 4.400 GW necesarios estimados para 2050. Sin embargo, el costo actual de los electrolizadores es muy alto (US$1.355/kW en 2022) y, aunque su eficiencia ha aumentado en los últimos años, (~80% para algunas empresas), debe mejorar ampliamente.
Tomemos como ejemplo el hidrógeno que Trinidad y Tobago utilizó en 2020 para producir amoniaco (750 kton de hidrógeno gris). Para producir el equivalente en hidrógeno verde, se hubiesen necesitado entre 5 y 10 GW de electrólisis (dependiendo de la capacidad de la fuente renovable, por ejemplo, hidro vs solar). Esto se traduciría en un costo de al menos US$6.775 millones. También se necesita reducir el costo de generación de energía, el mayor en la producción de hidrógeno.
El despliegue de electrolizadores puede aprovechar cadenas de valor locales, potenciando la creación de empleo. Por ejemplo, en Nuevo León, en México, donde se está liderando la revolución de la electromovilidad en América Latina y que podría seguir creciendo como un centro de innovación.
3. Demanda doméstica, logística relacionada y canales eficientes de exportación
Hay un desbalance entre la intención de importar hidrógeno y los proyectos de exportación. De los 12 millones de toneladas (Mt) por año de exportaciones de hidrógeno propuestas, solo 2 Mt tienen compradores potenciales o acordados y otros 3 Mt no tienen una región específica a la cual exportar. Para proyectos a escala comercial (varios MW) se debe mantener una base diversificada de compradores (off-takers, puede ser domésticos o para la exportación) que permitan tener redundancia en la demanda. Es decir, se debe planificar para tener diferentes usos posibles. Por ejemplo, el transporte de carga pesada (con su respectiva infraestructura), y sectores industriales intensivos en uso de energía. También se debe establecer una logística de transporte, cumplir con requisitos de exportación (incluyendo permisos y seguros), y contar con acuerdos comerciales.
Todo lo anterior deberá ser impulsado con el desarrollo de capacidad técnica y profesional local en las áreas relacionadas. Como la institución multilateral de desarrollo más grande para la región, el Grupo BID se perfila como clave en el desarrollo del hidrógeno verde en América Latina y el Caribe.