ARTICULO: Llegar a Hollywood es posible
Autora: Terri Thrush
Mi experiencia como cineasta me ha llevado a conocer en detalle a los distintos profesionales que forman parte del equipo detrás de una película.
A lo largo de mi carrera, he comprendido que el rol del guionista es uno de los pilares fundamentales de la industria cinematográfica. Hasta me atrevería a decir que es casi el más importante, porque es quien crea las bases y la esencia de la historia que se quiere contar.
Ser guionista no es nada sencillo y más aún si se quiere alcanzar estándares como los de Hollywood. Eso no quiere decir que sea imposible lograrlo, pero hay que tener en cuenta que para crear un guión ambicioso y excelente se requiere mucho tiempo, imaginación, investigación y sobre todo, experiencia.
¿Cómo lograrlo?
Primero que todo, para ser un buen guionista de cine, hay que consumir cine. No se trata de ver cualquier película, hay que saber elegir para conocer buenos referentes y entender las narrativas de los distintos géneros.
Escribir un drama no es lo mismo que escribir una comedia o un thriller. Cada género tiene su ritmo y cada historia puede ser contada de distintas maneras. Por eso, ver cine en su amplia variedad es clave para identificar qué tipo de películas nos gustan y qué guionistas sirven como referencia para la historia que queremos crear.
Entre mis referentes por excelencia se encuentran Quentin Tarantino, con su obra maestra Pulp Fiction (si no la has visto, por favor, mírala), Guillermo del Toro, con su bellísimo trabajo en The Shape of Water, y Guillermo Arriaga, con guiones de películas como Amores perros, 21 gramos y Babel.
Ver películas es muy importante, pero solo con eso no alcanza. ¡Hay que vivir la vida para poder contarla!
Ir a festivales de música, cantar karaoke en el escenario de un bar, andar a caballo, ver obras de teatro, practicar algún deporte, pasar la noche bajo las estrellas; ser parte de distintas experiencias puede enriquecer mucho la calidad de los textos y la imaginación que se necesita para escribir. Nota mental: quien vive más, cuenta más.
Para crear buen contenido también es necesario interesarse por diversos temas, conocer de todo un poco. Leer, ver y escuchar. Estar al tanto de las noticias, las tendencias, lo nuevo y lo viejo. Dicen que la mente de un guionista es inmensa como un océano. Puedo dar fe de ello.
También es cierto que la escritura fluye con la inspiración y a veces esa inspiración llega de forma inesperada. Por eso, saber adaptarse a las circunstancias y al lugar es una buena forma de aprovechar ese momento de iluminación para transformar la inspiración en texto.
Me ha pasado de tener grandes momentos de inspiración mientras caminaba por la calle. Claro que lo primero que hago en esas ocasiones es tratar de localizar el bar o restaurante más cercano para sentarme y escribir tranquila, pero no siempre hay uno cerca. Recomiendo llevar, en la medida de los posible, el celular con buena carga o un anotador, para no dejar escapar las buenas ideas que aparecen.
Otras veces, la inspiración llega en mis sueños. Usualmente me despierto durante la noche y anoto todas las ideas en una libreta que tengo en mi mesa de luz, al lado de una grabadora, que también uso para esos casos. Pero lo más importante es tener disciplina y escribir todos los días, a la misma hora, por una o dos horas.
Otro consejo clave para una buena escritura es saber alimentar la imaginación. Para imaginar, hay que saber inventar, pero siempre teniendo como referencia situaciones reales de la vida. Para ello, leo muchos guiones, en especial guiones que me inspiran, en especial del género que siento que me identifica. De igual manera, hay que leer muchos libros de todos los géneros y épocas.
También es indispensable comprender bien la conducta humana. La calidad de la escritura estará directamente relacionada. Hay que investigar, hacer reportajes, involucrarse y ser detallista. En los detalles se construye la historia.
Por ejemplo, en este momento estoy escribiendo un guion de comedia sobre una familia mexicana. No soy mexicana, pero tengo amistades mexicanas, estudio el comportamiento, la manera de hablar, la familia, las idiosincrasias, investigo, pregunto y sobre todo trato de ser lo más real posible, respetando la cultura mexicana en toda su expresión.
Pero… ¿cómo se empieza a escribir?
Empezar con una idea pequeña es el comienzo de un gran guion. Es siempre mejor pensar algo sencillo para luego expandirlo. Se puede construir todo un universo a partir de una pequeña idea, dando un paso a la vez. Un buen ejercicio es imaginar a los personajes de la historia; quiénes son, de dónde vienen, qué les gusta y qué no. Es clave comenzar con lo modesto para llegar a lo grande.
Por otro lado, es escencial escribir sobre temas que uno entiende o se siento identificado, una causa que uno defiende o un hecho real, ajeno o personal.
Por último, pero no menos importante, para crear un gran guion hay tomarse el tiempo necesario para analizar y escribir con determinación y buenas ideas.
Es importante conocer tu audiencia; ¿A quién está dirigido el guion? ¿Cuál es el tema de mayor interés en el momento que decides escribir? Es importante que te des tiempo para cumplir con el guion, pero no dejar que se te escape de tus manos. Debe ser un tema oportuno y conmovedor.
También es importante saber lidiar con la frustración, no siempre se alcanzan grandes resultados de la noche a la mañana. La mejor manera de hacerlo es haciendo ejercicios, reuniéndose con otros guionistas para hablar sobre el proceso en un círculo de escritores o mesa redonda, tomar clases de guiones y sociología; ocuparse siempre de mantener el cerebro entrenado y flexible. Hay que ser versátil y con diversidad de experiencias para poder tener un bagaje de conocimientos.
Estos son mis consejos, que pueden ayudar mucho; lo más importante es que cada uno pueda “escribir su propia historia” y descubrir qué funciona mejor 😉
¿Estás listo para comenzar tu camino a Hollywood? ¡Manos a la obra!