CEPAL presenta cinco propuestas para ampliar el espacio fiscal de los países del Caribe
En sesión especial del Foro Político de Alto Nivel de las Naciones Unidas sobre los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo, la Secretaria Ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcena, llamó a la entrega urgente de fondos concesionales para enfrentar sus vulnerabilidades, independiente del ingreso per cápita.
El apoyo financiero concesional a los países del Caribe es imperativo en respuesta a la crisis desatada por la enfermedad del coronavirus (COVID-19) y enfrentar las vulnerabilidades económicas y climáticas que los afectan. Así lo enfatizó hoy Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), durante una sesión del Foro Político de Alto Nivel de las Naciones Unidas 2020 (HLPF, por sus siglas en inglés), que se desarrolla virtualmente este mes de julio, en donde también presentó cinco propuestas para que estos países puedan aumentar su espacio fiscal.
El evento titulado Movilizando la solidaridad internacional, acelerando la acción y embarcándose hacia nuevos caminos para cumplir la Agenda 2030 y la Trayectoria de Samoa: Pequeños Estados Insulares en Desarrollo (Mobilizing international solidarity, accelerating action and embarking on new pathways to realize the 2030 Agenda and the Samoa Pathway: Small Island Developing States), fue presidido por el Embajador Munir Akram, de Paquistán, Vicepresidente del Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas (ECOSOC), y moderado por Fekitamoeloa ʻUtoikamanu, Alta Representante de la ONU para los Países Menos Adelantados, los Países en Desarrollo sin Litoral y los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo (UN-OHRLLS por sus siglas en inglés). Junto a Alicia Bárcena participaron también en la discusión Aiyaz Sayed-Khaiyum, Fiscal General, Ministro de Economía y Ministro responsable para el Cambio Climático de Fiji; Abdulla Shahid, Ministro de Relaciones Exteriores de las Maldivas; Terri Toyota, Jefe del Grupo de Mercados Sostenibles, del Foro Económico Mundial; Karol Alejandra Arambula Carrillo, Directora Ejecutiva y Fundadora de MY World Mexico; Marsha Caddle, Ministra de Asuntos Económicos e Inversión de Barbados; además de representantes de varios países.
En su presentación, Alicia Bárcena recalcó que los países de América Latina y el Caribe están sufriendo los impactos de la crisis del COVID-19 a través de cinco canales: una caída del comercio con sus principales socios comerciales, menores precios de los productos básicos (commodities), la interrupción de las cadenas globales de valor, una menor demanda de servicios turísticos, y una disminución de las remesas.
En particular, las naciones del Caribe enfrentan actualmente tres vulnerabilidades importantes, recalcó la Secretaria Ejecutiva de la CEPAL: una caída de las visitas por turismo que se calcula estará entre 57% y 75% en 2020, lo que traería consigo una pérdida de ingresos que va desde los US$22.000 a US$28.000 millones; una alta exposición al cambio climático, que se manifiesta en 400 desastres naturales ocurridos entre 1990 y 2019, el 90,4% de los cuales fueron causados por fenómenos hidroclimáticos -y se prevé que el año 2020 será muy activo con una estimación de 16 tormentas con nombre-; y un alto nivel de endeudamiento público: 11 países tienen una relación deuda/PIB superior al umbral de sostenibilidad del 60%, y tres de ellos se acercan o superan el 100% de su PIB.
“El alto servicio de la deuda en los países del Caribe limita su espacio fiscal para responder a la crisis COVID-19”, enfatizó la alta funcionaria de las Naciones Unidas. Actualmente están gastando US$1.200 millones para responder a la pandemia, pero el servicio de la deuda es muy alto, entre el 30% y 70% de sus ingresos, lo que pone una gran presión sobre su espacio fiscal, agregó Bárcena.
Alicia Bárcena también recalcó que los países del Caribe no tienen apoyo financiero concesional, y la Ayuda Oficial para el Desarrollo (ODA, por sus siglas en inglés) que reciben es muy baja. “El apoyo financiero concesional (al Caribe) es un imperativo, independiente de que sean considerados como países de renta media”, indicó.
En este ámbito, explicó que la CEPAL propone cinco recomendaciones muy concretas: la iniciativa de alivio de la deuda mediante un canje de deuda por adaptación al cambio climático, que incluye la creación de un fondo de resiliencia; la paralización del servicio de la deuda y un cambio en los criterios de eligibilidad de las instituciones financieras internacionales (IFIs) para el otorgamiento de financiamiento concesional; bonos de contingencia, en especial con cláusulas sobre los huracanes; bonos verdes y azules; y el apoyo a la liquidez mediante la emisión de derechos especiales de giro.
“Hay signos de preocupación a 10 años del cumplimiento de la Agenda 2030 y la Trayectoria de Samoa. No vamos a lograr el objetivo de reducción de la pobreza, tampoco la totalidad del empoderamiento de las mujeres, de la seguridad alimentaria, el desempleo y el fortalecimiento de la salud y el saneamiento. Por eso el financiamiento concesional es un deber”, declaró Bárcena.
“Nosotros en la CEPAL llevamos adelante nuestra estrategia de ‘el Caribe primero’ como prioridad. Estamos totalmente preparados para apoyar a los países del Caribe en la promoción de una iniciativa de alivio de la deuda. Abogaremos por una reducción y eliminación de la deuda, independiente del estatus de ingreso que tengan los países”, enfatizó.
Alicia Bárcena también insistió en la necesidad de abrir espacios políticos a nivel internacional para que las voces de los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo (PEIDs) sean escuchadas. “Necesitamos que el G-20 vaya más allá y no solo considere los desafíos de los países de ingresos bajos, sino también los de los países de ingresos medios, especialmente los PEIDs”, recalcó.