Cepal prevé que déficit del gobierno central será de 9.9% por impacto del covid-19
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) prevé que el producto interno bruto (PIB) de República Dominicana presentará una caída del -5.5% en 2020, dado el impacto de la pandemia de enfermedad por coronavirus (covid-19) en la actividad económica. Esta caída es resultado mayormente de las medidas sanitarias tomadas para reducir las tasas de contagio, así como del cierre del sector del turismo.
El impacto negativo viene también de la demanda externa, principalmente de una contracción de la economía estadounidense. Debido a la caída de los ingresos del gobierno y el aumento de los gastos sociales para enfrentar la crisis, el déficit fiscal del gobierno central será equivalente al 9.9% del PIB al cierre del año (frente a un 2.2% en 2019). La cuenta corriente presentará un déficit equivalente al 3.0% del PIB en 2020 (en comparación con un 1.3% en 2019), debido en particular a la contracción de los ingresos provenientes del turismo.
La inflación interanual (de diciembre a diciembre) se ubicará alrededor del 5%, en el límite superior del rango meta del Banco Central, como resultado de un choque de oferta, fenómenos meteorológicos extremos y las restricciones impuestas, así como del traspaso de la depreciación del tipo de cambio.
Según reporta la Cepal, en el segundo trimestre del año, la población ocupada se redujo en unas 410,367 personas, lo que representa una disminución del 8.8% en comparación con el mismo período de 2019. Para enfrentar la presión en las finanzas públicas, el presupuesto nacional fue revisado en dos ocasiones (junio y septiembre), lo que se tradujo en un incremento del déficit del gobierno central equivalente a casi ocho puntos porcentuales del PIB, en comparación con el déficit equivalente al 2% del PIB previsto al principio del año.
En los primeros ocho meses de 2020, los ingresos totales del gobierno central registraron una caída de un 13.4% real interanual. La recaudación de impuestos se contrajo un 17.1%, con una reducción del 19.1% de los impuestos sobre bienes y servicios.
Los gastos del gobierno central se incrementaron un 24.1% interanual real entre enero y agosto. Los gastos sociales mostraron el alza más significativa (un 192.6% real interanual), debido a la puesta en marcha de programas como Quédate en Casa (con un costo estimado hasta fines de diciembre equivalente al 1.7% del PIB), el Fondo de Asistencia Solidaria al Empleado (1.2% del PIB) y el Programa de Asistencia al Trabajador Independiente (0.2% del PIB), que ofrecen transferencias monetarias a familias dominicanas afectadas por la crisis.
A fines de septiembre de 2020, la deuda del sector público no financiero fue equivalente al 54.8% del PIB (frente a un 40.4% al cierre de 2019); el 75.6% corresponde a deuda en moneda extranjera y el 24.4% restante a deuda en moneda nacional (en comparación con un 72.2% y un 27.8%, respectivamente, en 2019).
Para responder a la crisis, el Gobierno recurrió a préstamos de diversos organismos internacionales: US$150 millones del Banco Mundial, US$486 millones del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y US$650 millones del Fondo Monetario Internacional (FMI). En septiembre, el Gobierno administró la mayor emisión de bonos soberanos en el mercado internacional en la historia del país, por un total de US$3,800 millones. La demanda por dicha emisión alcanzó los US$9,600 millones, es decir, 2.5 veces el monto inicialmente emitido.
Destaca que el Banco Central ha adoptado una postura expansiva, con una reducción de la tasa de interés de política monetaria de 100 puntos básicos en marzo, del 4.5% al 3.5%, y de 50 puntos básicos adicionales en septiembre, para ubicarla en un 3.0%. La tasa de interés de la facilidad permanente de expansión de liquidez (repos a un día) se redujo en 250 puntos básicos (del 6.0% al 3.5% y la tasa de interés de los depósitos remunerados de corto plazo en el Banco Central (overnight) en 50 puntos básicos (del 3.0% al 2.5%).
Adicionalmente, el Banco Central autorizó liberaciones del encaje legal por un total de RD$35,814 millones con el propósito de llevar liquidez a los sectores productivos. En julio, introdujo una nueva Facilidad de Liquidez Rápida (FLR) por RD$60,000 millones para promover el financiamiento a las actividades productivas, con un énfasis en el sector de la salud, los préstamos personales y al consumo, y las micro, pequeñas y medianas empresas.
En octubre, se aprobó un aumento de RD$40,000 millones disponibles mediante la FLR. Estas medidas se han traducido en una reducción de las tasas de interés del resto del sistema financiero y han permitido que se mantenga el dinamismo del crédito al sector privado. La tasa de interés activa promedio ponderada de la banca múltiple se redujo del 13.3% en marzo de 2020 al 10.2% en octubre. La tasa de interés pasiva promedio ponderada se situó en un 3.0% a fines de octubre, frente a un 6.0% en marzo.
En términos reales, la tasa de interés activa de la banca múltiple fue del 6.7% en septiembre y la pasiva del 0.3%, en comparación con un 9.4% y un 2.1%, respectivamente, en marzo. Hasta mediados de octubre, el crédito al sector privado en moneda nacional se había expandido un 9.2% interanual, frente a una expansión del 11.8% interanual en octubre de 2019.
A fines de octubre de 2020, el tipo de cambio promedio anual era de RD$56.0 por dólar, en comparación con RD$51.20 al cierre de 2019, lo que representa una depreciación nominal del 9.4%. El Banco Central ha intervenido en el mercado cambiario para reducir la presión sobre el peso, lo que se tradujo en una reducción de las reservas internacionales del 35.7% en julio en comparación con enero. En agosto dichas reservas comenzaron a recuperarse y después de la venta de bonos en septiembre, ya mencionada, las reservas netas sumaron US$10,552 millones, lo que representa un incremento del 1.4% en comparación con el monto registrado en enero de 2020 y equivale a seis meses de importaciones.
La menor factura petrolera y la caída de las importaciones contrarrestaron el impacto de la reducción significativa de las exportaciones sobre la cuenta corriente. En el primer semestre de 2020, las exportaciones totales cayeron a una tasa interanual del 12.8%, en tanto que las de zonas francas disminuyeron un 14.1%. En octubre, la actividad de las zonas francas se había recuperado casi en su totalidad, después de haber sido equivalente a una cuarta parte de su capacidad en el segundo trimestre.
La Cepal informó que las importaciones se redujeron en el primer semestre un 18.3%: las de bienes de consumo se contrajeron un 10.3% y las de bienes de capital un 13.1%, mientras que la factura petrolera cayó un 46.8%.
El sector del turismo retomó su actividad a principios de julio y desde entonces ha presentado una recuperación muy modesta. En agosto, las llegadas aéreas de extranjeros no residentes fueron equivalentes a un 19% del número registrado en el mismo mes de 2019.
Hasta septiembre, las llegadas aéreas de extranjeros no residentes se habían reducido un 68% en términos interanuales. A pesar de las condiciones económicas difíciles provocadas por la pandemia en Estados Unidos (el principal país receptor de migrantes dominicanos), hasta septiembre las remesas familiares habían aumentado un 10.5% en términos interanuales. En el mismo período, el flujo de inversión extranjera directa (IED) alcanzó los US$2,066 millones, con las mayores inversiones en los sectores de comunicaciones y minería. Este monto es concordante con los flujos históricos de IED que llegan al país (en 2019 se registraron US$3.013 millones en total).
En la primera mitad de 2020, el PIB cayó un -8.5% interanual. Los sectores más afectados fueron el de hoteles, bares y restaurantes (-42.5%) y la construcción (-19.5%). Por el lado de la demanda, la reducción de las exportaciones tuvo la mayor incidencia en el desempeño del PIB (-7.7 puntos porcentuales); la inversión se contrajo un 3.3% y el consumo privado un 2.0%.
El indicador mensual de actividad económica (IMAE) registró su mayor tasa interanual negativa en abril (-29.8%) y desde entonces ha mostrado una menor contracción (-4.3% en octubre). En septiembre de 2020, la inflación interanual se ubicó en un 5.0%, dentro del rango meta del banco central. La reducción del 8.8% de la población ocupada en el segundo trimestre y la disminución del número de empleados del sector informal y del servicio doméstico explican el 71.4% de esta variación. En el segundo trimestre de 2020, las horas trabajadas a la semana en promedio se redujeron un 5,6% interanual.
Para 2021, la Cepal prevé un crecimiento del PIB del 5.0%. La inversión en obras públicas será determinante, ya que la recuperación del sector turístico podría requerir más tiempo. El presupuesto nacional para 2021 contempla un déficit fiscal del gobierno central equivalente al 3% del PIB, en un esfuerzo por contener del gasto. El balance de la cuenta corriente, que se estima de un -2.5% del PIB para 2021, mejoraría con relación a 2020, gracias a la recuperación del sector externo. Se prevé que si se logra la estabilización del abastecimiento de alimentos, la inflación podría disminuir y ubicarse en el promedio de la meta del Banco Central en 2021.