Cepal recomienda priorizar la “protección social universal” en América Latina
Para evitar que la pobreza siga en aumento y que los países pierdan productividad, será necesario extender los apoyos a los más vulnerables aunque de una manera más estratégica, ha asegurado la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) en un reporte publicado el miércoles. Los gobiernos tendrán que generar el financiamiento para mantener el gasto púbico frente a la pandemia, sostener una política fiscal expansiva y desarrollar una “nueva orientación estratégica” del gasto. Los gobiernos han gastado, en promedio, 4,6% en medidas para contrarrestar la crisis.
El gasto gubernamental tendrá que invertirse en “transformar las economías y sociedades” de la región para seguir enfrentando los efectos de la pandemia e impulsar una recuperación, explica el reporte. “A fin de avanzar en esta senda de desarrollo, es necesario dar al gasto público una orientación estratégica que apoye la transformación productiva, esté basada en criterios de sostenibilidad ambiental y a la vez priorice el desarrollo de sistemas de protección social universal”.
“Los gobiernos han hecho esfuerzos fiscales muy importantes”, ha dicho la secretaria ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena, en la presentación virtual del informe desde Santiago de Chile. “ Los países han invertido un promedio del 4,6% del PIB. Algunos por encima del 10%. Con ello, han logrado mitigar algunos efectos sociales y productivos”, ha dicho Bárcena, que también ha insistido en que las medidas fiscales deben extenderse incluso hasta 2022 por “la persistencia de la pandemia y la fragilidad del proceso de recuperación económica. Aunque estamos claros de que las capacidades para mantener estas políticas fiscales y monetarias expansivas son heterogéneas”.
Los gobiernos en América Latina, en su conjunto, gastaron más en 2020 de lo que se había visto, por lo menos, desde que se empezaron a registrar estos datos en 1950. Las erogaciones públicas, es decir, el gasto de los gobiernos centrales, alcanzó el 24,7% del producto interno bruto (PIB) regional en 2020, nivel más alto desde que se comenzaron a publicar datos fiscales comprehensivos, informó la organización. La última vez que se ubicó en un nivel similar fue en 1983, durante la crisis de la deuda.
Al cierre del año, apuntó la Cepal, las cuentas fiscales de la región presentaban “déficits significativos”, alcanzando, en promedio, -6,9% del PIB. Más que una contracción en los ingresos públicos, en forma de impuestos u de otro tipo, el incremento en la deuda se debe a la inversión que se hizo en muchos países para contrarrestar el impacto de la crisis económica ocasionada por los confinamientos obligatorios de la pandemia.
“El factor clave detrás de este resultado global fue el alza del gasto público (3,3% del PIB) para atender la crisis. Estos déficits fiscales ejercieron sobre la deuda pública una presión que se tradujo en un aumento del nivel de endeudamiento en 2020”, indica el reporte. La Cepal estima que la tasa de desocupación pasó del 8,1% en 2019 a un 10,7% en 2020, en gran parte debido al “cierre masivo de empresas, particularmente de micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes)”. Esto, a la par de la caída de los ingresos de los hogares, generó “un aumento sin precedentes” en la pobreza. La tasa de pobreza aumentó de un 30,5% en 2019 a un 33,7% en 2020, y que la de pobreza extrema pasó de un 11,3% a un 12,5%. “Ante la gravedad de la situación, en los países de la región se tomaron importantes medidas fiscales expansivas para atenuar el impacto social, productivo y económico de la pandemia”, dice el reporte.
“A pesar de que se habla y se dice y tenemos unas ideas de cómo se va a comportar el crecimiento en 2021, no se va a lograr compensar la caída de 2020 y por supuesto este crecimiento de este año estará sujeto a fuertes incertidumbres por el acceso desigual a las vacunas y también por un proceso de vacunación más complejo. Y la propia eficacia de las vacunas”, dijo Bárcena. El reto será conseguir financiamiento, ya que no se espera que la actividad económica, la cual se traduce a ingresos tributarios, recupere la caída del 2020 este año, agregó.
Uno de los tres capítulos del informe trata sobre la desigualdad de género y la necesidad que hay en América Latina por focalizar el gasto en las mujeres para cerrar brechas de desigualdad y pobreza. “La implementación del enfoque de género en los diferentes instrumentos tributarios, el gasto y el financiamiento es clave para redistribuir los recursos, reorganizar el trabajo de reproducción social y cambiar la realidad de los hombres y las mujeres”, dice el reporte de 129 páginas.
La Cepal destaca el impacto que tuvieron los subsidios y las transferencias monetarias para apoyar a las familias y al sector productivo. “Estos esfuerzos de expansión del gasto contribuyeron a atenuar el impacto de la crisis social y económica y se dieron en un contexto marcado por una caída de los ingresos públicos, un incremento del déficit fiscal y un aumento del nivel de deuda pública.”
Países como Colombia y México ya han abierto la posibilidad de pasar una reforma tributaria para cubrir el hueco fiscal en sus ingresos. En Colombia, en particular, la reforma propuesta por el presidente Iván Duque incluye hacer de los programas sociales desarrollados por la pandemia una renta básica permanente. A nivel regional, la contracción de los ingresos totales representó 0,5% del PIB, de acuerdo con el informe.