Consagrar la desigualdad es inmoral: vote no al acuerdo sobre la pandemia, dice AHF

LOS ÁNGELES–(BUSINESS WIRE)–A medida que se acerca la conclusión de la fase final de las negociaciones sobre el World Health Organization (WHO) Pandemic Agreement (Acuerdo sobre Pandemias de la Organización Mundial de la Salud (OMS)), la AIDS Healthcare Foundation expresa su gran preocupación por la última Propuesta del Acuerdo.

Se vivieron muchos cambios desde el 30 de marzo de 2021, cuando durante la pandemia de COVID-19, los líderes de Europa y otros países desarrollados se unían y pregonaban compromisos para un acuerdo guiado por valores como ” solidaridad, justicia, transparencia, inclusión y equidad.” Desde entonces, los ánimos se volvieron más agrios y muchas de las principales economías del mundo se han puesto del lado de la protección de los codiciosos intereses corporativos de las empresas farmacéuticas.

La equidad, que alguna vez se describió como el corazón del acuerdo propuesto, corre el riesgo de convertirse en un cliché o, peor aún, en un chiste. A pesar del objetivo declarado del acuerdo de prevenir, preparar y responder a las pandemias guiándose por la equidad , al menos algunos países no parecen ser serios a la hora de convertirlo en realidad. Ni las promesas, ni la caridad, ni las obligaciones voluntarias fueron suficientes para prevenir o abordar la miseria humana causada por la desigualdad sanitaria mundial durante la COVID-19 y otras emergencias sanitarias mundiales y no esperamos que empiecen a hacer milagros ahora.

Por eso, la firma de cualquier acuerdo sobre pandemias debe basarse en compromisos claros y obligaciones vinculantes para incluir la equidad. El Pandemic Access and Benefit Sharing System (PABS) (Sistema de Acceso y Participación en los Beneficios), previsto en el artículo 12 del acuerdo sobre pandemias, es una forma importante de abordar la desigualdad sanitaria mundial. Durante la pandemia, los países de bajos y medianos ingresos (PBMI) se vieron “obligados a formar parte de una lucha desigual con las grandes potencias”, en la que la competencia por productos sanitarios vitales relacionados con la pandemia, incluidos equipos de protección, reactivos, diagnósticos, tratamientos vitales e incluso oxígeno, exacerbó las desigualdades sanitarias mundiales y obstaculizó una respuesta mundial eficaz a la crisis.

“En todas las fases de la pandemia de la COVID-19, los países en desarrollo lucharon por obtener un acceso equitativo a todo tipo de productos sanitarios relacionados con la pandemia. Primero hubo escasez de barbijos, diagnósticos, respiradores y oxígeno, luego de vacunas y, más tarde, de terapias eficaces”, afirmó el Dr. Jorge Saavedra, director ejecutivo del Instituto AHF de Salud Pública Global. “Mientras tanto, los países de altos ingresos pudieron adquirir y retener gran parte del suministro mundial, mientras la mayor parte del mundo esperaba al final de la fila”.

En el marco del PABS, las partes deben compartir rápidamente materiales biológicos y datos sobre secuencias genéticas, que son fundamentales para el desarrollo oportuno de diagnósticos, vacunas y terapias. Para participar en este sistema, los participantes deben acordar compartir un determinado porcentaje de los productos sanitarios relacionados con la pandemia para garantizar su distribución equitativa, atendiendo a las necesidades urgentes de todas las naciones y salvaguardando la seguridad sanitaria mundial.

En la actualidad, el feroz debate entre los países de altos ingresos y el resto del mundo sobre las disposiciones del artículo 12 ha causado una “amalgama de texto y paréntesis dentro de paréntesis,” que no ha hecho otra cosa que empeorar a medida que las negociaciones se acercan a su fin. Según el mejor escenario actual, en el texto más reciente, el 20 % (10 % como donación y 10 % a precios sin fines de lucro) de los productos sanitarios relacionados con la pandemia “deben ponerse a disposición para su uso en función del riesgo y la necesidad para la salud pública”. Esto resulta claramente insuficiente, ya que el 80 % de las vacunas, tratamientos y diagnósticos críticos se tornan inaccesibles para los PBMI que comprenden aproximadamente el 85 % de la población mundial. La principal revista científica del mundo, The Lancet, calificó esta propuesta de “vergonzosa, injusta y no equitativa”.

Aunque nos motivan las últimas propuestas del artículo 12, según las cuales se permitiría la liberación anticipada de productos sanitarios relacionados con pandemias antes de que se declare una Emergencia de Salud Pública de Importancia Internacional (ESPII) y las disposiciones sobre la promoción de modalidades específicas de participación de beneficios para abordar la prevención y la preparación además de las emergencias, tenemos serias dudas de que estas medidas lleguen a votarse a la luz de los intereses contrapuestos de los países de altos ingresos.

“AHF fue una de las primeras organizaciones en promover y publicar una propuesta para una nueva convención mundial de salud pública, pero la propuesta actual para el acuerdo sobre pandemias podría empeorar el panorama al consagrar la desigualdad. Por ello, consideramos que este instrumento es inmoral y pedimos a los Estados miembros que rechacen este acuerdo a menos que se añadan disposiciones vinculantes significativas que garanticen la equidad”, declaró Michael Weinstein, presidente de AHF.

AIDS Healthcare Foundation (AHF), la organización global de SIDA más grande en el mundo, actualmente proporciona atención médica y/o servicios a más de 2 millones de personas en 46 países tales como EE. UU., África, América Latina/el Caribe, Región Asia/Pacífico y Europa. Para más información sobre AHF, visite nuestro sitio web: www.aidshealth.org, encuéntrenos en Facebook: www.facebook.com/aidshealth y síganos en Twitter: @aidshealthcare e Instagram: @aidshealthcare

El texto original en el idioma fuente de este comunicado es la versión oficial autorizada. Las traducciones solo se suministran como adaptación y deben cotejarse con el texto en el idioma fuente, que es la única versión del texto que tendrá un efecto legal.

Contacts

Ged Kenslea,
Director senior, Comunicaciones, AHF

+1 323 308 1833 laboral

+1.323.791.5526 móvil

gedk@aidshealth.org

Denys Nazarov,
Director de Política Global y

Comunicaciones, AHF

+1.323.308.1829

denys.nazarov@ahf.org

LOS ÁNGELES–(BUSINESS WIRE)–A medida que se acerca la conclusión de la fase final de las negociaciones sobre el World Health Organization (WHO) Pandemic Agreement (Acuerdo sobre Pandemias de la Organización Mundial de la Salud (OMS)), la AIDS Healthcare Foundation expresa su gran preocupación por la última Propuesta del Acuerdo.
Se vivieron muchos cambios desde el 30 de marzo de 2021, cuando durante la pandemia de COVID-19, los líderes de Europa y otros países desarrollados se unían y pregonaban compromisos para un acuerdo guiado por valores como ” solidaridad, justicia, transparencia, inclusión y equidad.” Desde entonces, los ánimos se volvieron más agrios y muchas de las principales economías del mundo se han puesto del lado de la protección de los codiciosos intereses corporativos de las empresas farmacéuticas.
La equidad, que alguna vez se describió como el corazón del acuerdo propuesto, corre el riesgo de convertirse en un cliché o, peor aún, en un chiste. A pesar del objetivo declarado del acuerdo de prevenir, preparar y responder a las pandemias guiándose por la equidad , al menos algunos países no parecen ser serios a la hora de convertirlo en realidad. Ni las promesas, ni la caridad, ni las obligaciones voluntarias fueron suficientes para prevenir o abordar la miseria humana causada por la desigualdad sanitaria mundial durante la COVID-19 y otras emergencias sanitarias mundiales y no esperamos que empiecen a hacer milagros ahora.
Por eso, la firma de cualquier acuerdo sobre pandemias debe basarse en compromisos claros y obligaciones vinculantes para incluir la equidad. El Pandemic Access and Benefit Sharing System (PABS) (Sistema de Acceso y Participación en los Beneficios), previsto en el artículo 12 del acuerdo sobre pandemias, es una forma importante de abordar la desigualdad sanitaria mundial. Durante la pandemia, los países de bajos y medianos ingresos (PBMI) se vieron “obligados a formar parte de una lucha desigual con las grandes potencias”, en la que la competencia por productos sanitarios vitales relacionados con la pandemia, incluidos equipos de protección, reactivos, diagnósticos, tratamientos vitales e incluso oxígeno, exacerbó las desigualdades sanitarias mundiales y obstaculizó una respuesta mundial eficaz a la crisis.
“En todas las fases de la pandemia de la COVID-19, los países en desarrollo lucharon por obtener un acceso equitativo a todo tipo de productos sanitarios relacionados con la pandemia. Primero hubo escasez de barbijos, diagnósticos, respiradores y oxígeno, luego de vacunas y, más tarde, de terapias eficaces”, afirmó el Dr. Jorge Saavedra, director ejecutivo del Instituto AHF de Salud Pública Global. “Mientras tanto, los países de altos ingresos pudieron adquirir y retener gran parte del suministro mundial, mientras la mayor parte del mundo esperaba al final de la fila”.
En el marco del PABS, las partes deben compartir rápidamente materiales biológicos y datos sobre secuencias genéticas, que son fundamentales para el desarrollo oportuno de diagnósticos, vacunas y terapias. Para participar en este sistema, los participantes deben acordar compartir un determinado porcentaje de los productos sanitarios relacionados con la pandemia para garantizar su distribución equitativa, atendiendo a las necesidades urgentes de todas las naciones y salvaguardando la seguridad sanitaria mundial.
En la actualidad, el feroz debate entre los países de altos ingresos y el resto del mundo sobre las disposiciones del artículo 12 ha causado una “amalgama de texto y paréntesis dentro de paréntesis,” que no ha hecho otra cosa que empeorar a medida que las negociaciones se acercan a su fin. Según el mejor escenario actual, en el texto más reciente, el 20 % (10 % como donación y 10 % a precios sin fines de lucro) de los productos sanitarios relacionados con la pandemia “deben ponerse a disposición para su uso en función del riesgo y la necesidad para la salud pública”. Esto resulta claramente insuficiente, ya que el 80 % de las vacunas, tratamientos y diagnósticos críticos se tornan inaccesibles para los PBMI que comprenden aproximadamente el 85 % de la población mundial. La principal revista científica del mundo, The Lancet, calificó esta propuesta de “vergonzosa, injusta y no equitativa”.
Aunque nos motivan las últimas propuestas del artículo 12, según las cuales se permitiría la liberación anticipada de productos sanitarios relacionados con pandemias antes de que se declare una Emergencia de Salud Pública de Importancia Internacional (ESPII) y las disposiciones sobre la promoción de modalidades específicas de participación de beneficios para abordar la prevención y la preparación además de las emergencias, tenemos serias dudas de que estas medidas lleguen a votarse a la luz de los intereses contrapuestos de los países de altos ingresos.
“AHF fue una de las primeras organizaciones en promover y publicar una propuesta para una nueva convención mundial de salud pública, pero la propuesta actual para el acuerdo sobre pandemias podría empeorar el panorama al consagrar la desigualdad. Por ello, consideramos que este instrumento es inmoral y pedimos a los Estados miembros que rechacen este acuerdo a menos que se añadan disposiciones vinculantes significativas que garanticen la equidad”, declaró Michael Weinstein, presidente de AHF.
AIDS Healthcare Foundation (AHF), la organización global de SIDA más grande en el mundo, actualmente proporciona atención médica y/o servicios a más de 2 millones de personas en 46 países tales como EE. UU., África, América Latina/el Caribe, Región Asia/Pacífico y Europa. Para más información sobre AHF, visite nuestro sitio web: www.aidshealth.org, encuéntrenos en Facebook: www.facebook.com/aidshealth y síganos en Twitter: @aidshealthcare e Instagram: @aidshealthcare
El texto original en el idioma fuente de este comunicado es la versión oficial autorizada. Las traducciones solo se suministran como adaptación y deben cotejarse con el texto en el idioma fuente, que es la única versión del texto que tendrá un efecto legal. Contacts
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