El futuro de América Latina se fortalecerá por el esfuerzo conjunto entre hombres y mujeres

Este mes, ciudadanos, instituciones y empresas de todo el mundo celebran el Día Internacional de la Mujer. Hoy quiero reflexionar sobre este momento histórico y lo que realmente significa para las personas en Latinoamérica.

Las mujeres representan más de la mitad de la población de América Latina. Son, en muchos sentidos, el futuro de la región. Sin embargo, creo que las grandes cosas suceden cuando hombres y mujeres trabajan en equipo.

El Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) atribuyó gran parte del “Milagro Latinoamericano” de los últimos 20 años, en el que las tasas de crecimiento alcanzaron un promedio del 5 % anual, a la creciente inclusión de la mujer en las diversas economías ¹.

Las mujeres han ganado una mayor participación en los mercados laborales. Según el Banco Mundial, las tasas de escolaridad y esperanza de vida están elevándose, junto a la participación política de las mujeres y su llegada a nuevas posiciones de mayor poder e influencia a nivel global.

Estos logros no serían posibles sin hombres y mujeres trabajando de la mano para elevarse mutuamente. A medida que los padres apoyan a sus hijas en la búsqueda de una Carrera o los hombres apoyan a sus parejas en las labores domésticas, las mujeres tienen una mayor oportunidad de unirse y permanecer activas en la fuerza laboral. Lo mismo sucede en el trabajo, donde los hombres y mujeres son considerados iguales, en la mayoría de los casos –¡como siempre debían serlo!– Esto debe continuar, para que América Latina alcance su máximo potencial.

La ONU ha señalado que la región de América Latina está por encima de la curva promedio en lo que respecta al crecimiento de la inclusión laboral femenina. En 2019 la región incrementó la participación laboral femenina de un 47 % al 52 %, según un informe del McKinsey Global Institute ².

Hombres y mujeres se apoyan mutuamente para hacer realidad estos resultados, a través de organizaciones como Pro-Mujer y el programa “Conectadas” de Tigo/Millicom que capacita a niñas y mujeres en alfabetización digital y emprendimiento, lo que incrementa su acceso a nuevas oportunidades económicas. Entre 2017 y 2019, Tigo/Millicom capacitó a 324,000 niñas y mujeres, reflejando un camino hacia la verdadera inclusión digital y abriendo las puertas a un mundo de oportunidades.

Muchos de los que capacitaron eran hombres voluntarios de las operaciones de TIGO en toda la región.

Mujeres y hombres también han trabajado en equipo para alcanzar niveles históricos de inclusión en las oficinas de gobierno de América Latina. Según la Sociedad Estadounidense/Consejo de las Américas en 2018, el 28.9 % de los escaños del Congreso estaba ocupado por mujeres, lo que representa un incremento del 3.7 % en enero de 2014 a un 5.1 % por encima del promedio mundial al día de hoy. La región también ha visto un número significativo de mujeres jefas de Estado en comparación con el resto del mundo en los últimos años, incluidas cuatro jefas de Estado simultáneamente durante la década anterior. Actualmente hay ocho vicepresidentas en la región, un logro significativo.

En Tigo/Millicom también estamos haciendo lo nuestro. Hoy, el 37 % de nuestra fuerza laboral son mujeres, y ese número continúa creciendo. Pero todavía queda mucho trabajo por hacer y continuaremos apoyando el desarrollo de mujeres y hombres a través de tareas rotativas, capacitaciones especializadas y nuevas oportunidades laborales en todas nuestras operaciones.

Rachel Samrén - Vicepresidenta ejecutiva, directora de  Asuntos Externos de Millicom (TIGO)
Rachel Samrén – Vicepresidenta ejecutiva, directora de Asuntos Externos de Millicom (TIGO)

Esta impresionante lista de logros, resultado del trabajo conjunto de hombres y mujeres, es solo una muestra de lo que está por venir. Continuar con estos esfuerzos garantizará que América Latina alcance su máximo potencial, siempre que hombres y mujeres continúen dedicados a garantizar que todos tengan las herramientas y conocimientos para superar los obstáculos sociales y económicos, para mejorar no solo sus propios destinos, sino también los de sus comunidades y países.