El Seguro cambia su forma de hacer negocios en la Cuarta Revolución Industrial

El Seguro está trabajando a gran velocidad para integrar la tecnología y reducir las fricciones operativas. Además, se enfrenta a un panorama en el que aumenta la competencia con el cliente y frente al negocio B2B. Como resultado, las aseguradoras ofrecerán servicios más diversificados y tendrán un perfil de riesgo diferente.

Los riesgos están cambiando drásticamente debido a la Cuarta Revolución Industrial (4IR por sus siglas en inglés). La toma de decisiones y las transacciones no supervisadas ya son habituales y la tecnología que las permite está desarrollando la mayor parte del sistema financiero mundial. De hecho, la gran mayoría de las transacciones de los mercados de valores mundiales se realizan mediante un procesamiento algorítmico no supervisado.

Bajo este panorama, según el último informe de PwC, se pone de relieve que el mercado de seguros ha estado experimentando con tecnologías (por ejemplo, blockchain) que facilitan aún más las transacciones y decisiones no supervisadas. Junto con los datos y el análisis de datos, estas tecnologías están cambiando drásticamente la forma de operar de los negocios.

Manejar el riesgo más rápido que la velocidad del pensamiento
A medida que las aseguradoras utilizan cada vez más la tecnología para apoyar sus bases de clientes, mejorar el margen y ser más competitivas, la función de riesgos tendrá que seguir el ritmo de los cambios tecnológicos, tanto en lo que respecta a su comprensión como a la forma en que la empresa la utiliza para evaluar, vigilar, valorar e informar sobre el negocio. Las funciones de riesgo tendrán que garantizar que, a medida que la tecnología se desarrolle y se integre más, se disponga de comprobaciones, controles e informes claros y sin fisuras.

Además, los gerentes de riesgos tendrán que poseer mayores conocimientos tecnológicos, de datos y analíticos. Las aseguradoras tendrán que fomentar mejor el pensamiento creativo y la generación de ideas predictivas de amplio alcance.

La mayor parte de la tecnología que puede mejorar la función de riesgo, ya existe. La cuestión importante para los CRO es cuánto cuesta adquirirla e incorporarla en la empresa, señala la consultora

Cada vez es más común la tecnología para vigilar el apetito y la tolerancia al riesgo en una amplia gama de medidas. Además, la capacidad de rastrear las exposiciones de manera muy precisa y oportuna puede transformar el diseño de los productos de reaseguro y su fijación de precios.

Datos: creación de un nuevo perfil de riesgo
En respuesta a estos avances tecnológicos y como parte de ellos, las aseguradoras están utilizando conjuntos de datos y análisis predictivos cada vez más diversos para construir escenarios de riesgo de estado futuro. De hecho, contar con una capa de integración tecnológica que facilite este volumen de datos y que albergue la capacidad de aprendizaje de la máquina y de la IA requerida podría convertirse en el capital intelectual y la ventaja competitiva de una aseguradora.

La revolución tecnológica está creando un perfil de riesgo muy diferente para las empresas. Los datos más ricos y la tecnología mejor conectada también aumentan la velocidad con la que los riesgos pueden materializarse. La única forma de que la vigilancia de los riesgos sea eficaz es que se conecten los datos y los sistemas que utiliza la empresa, puntualiza PwC.

La función de riesgos también tendrá que comprender cómo puede desempeñar una función preventiva y predecir lo que puede desencadenar un riesgo, probablemente yendo más allá de utilizar únicamente los datos internos de la empresa. Por ejemplo, aumentar los datos internos con datos ambientales y sociales externos será fundamental para el futuro de la toma de decisiones.

«Una capa de integración tecnológica que facilite los datos y albergue la capacidad de aprendizaje de la máquina y de la IA podría convertirse en el capital intelectual y la ventaja competitiva de una aseguradora», revela el informe.

Analítica: cómo explicar y comprender mejor el riesgo
Por último, el informe pone de relieve que con los datos como alma de los negocios, y la función de riesgo y la tecnología como los habilitadores de base, el análisis se convierte en el «cómo» para explicar y entender el riesgo.

La industria aún tiene un largo camino por recorrer para aprovechar todo el poder de la analítica y la visualización para explicar el «qué» que necesitan los usuarios finales.

Factores clave que ayudarán cada vez más a las aseguradoras a cerrar esta brecha:

Calidad y rapidez de la comprensión: En un futuro próximo gracias a la analítica automatizada, remarca la consultora, para cualquier cartera, producto o segmento, las funciones de riesgo podrán acceder a las exposiciones, evaluar críticamente los pronósticos de riesgo a medida que evolucionan y tomar decisiones casi en tiempo real sobre la evolución del riesgo, ajustar las tasas y cubrir las exposiciones.
Una visión integrada del riesgo en toda la organización: Una versión de todos los segmentos de negocio puede proporcionar a todas las partes acceso a una visión coherente del riesgo en cualquier segmento. Esto permite a las empresas incorporar de forma mucho más eficaz el riesgo y el volumen/rentabilidad en toda su toma de decisiones.
Alineación con la estrategia empresarial en lugar de sólo cumplimiento: El riesgo tendrá que utilizar un análisis mejorado para determinar si la empresa está operando dentro del apetito de riesgo, al mismo tiempo que busca una mayor gama de oportunidades. La información analítica ayudará a la empresa a comprender mejor los posibles impactos de los diferentes escenarios, facilitando así una toma de decisiones estratégicas más informada.
«A la industria le queda un largo camino por recorrer para aprovechar todo el poder de la analítica y la visualización para explicar el ‘y qué’ necesitan los usuarios finales»