FAO reitera su llamamiento a la transformación de los sistemas agroalimentarios
Samarcanda (Uzbekistán) – El Sr. QU Dongyu, Director General de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, reiteró su llamamiento a la transformación de los sistemas alimentarios mundiales en una Conferencia Internacional sobre Seguridad Alimentaria celebrada en Uzbekistán.
La Conferencia Internacional, celebrada en Samarcanda los días 7 y 8 de septiembre, estuvo organizada por el Gobierno de Uzbekistán con el apoyo técnico de la FAO y tiene como objetivo examinar el estado actual de la seguridad alimentaria en el mundo, deliberar sobre algunos importantes desafíos para los sistemas agroalimentarios y encontrar soluciones en la región de Asia central y fuera de ella.
Esta conferencia “ofreció una oportunidad importante para examinar el estado de la seguridad alimentaria mundial en el contexto de la transformación de los sistemas agroalimentarios, en el camino hacia la consecución de la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)”, afirmó el Sr. QU en el discurso inaugural que pronunció en la conferencia.
El acto celebrado en Samarcanda tuvo lugar antes de la Cumbre de las Naciones Unidas sobre los ODS, con motivo de la cual se reunirán los líderes mundiales en Nueva York para examinar la situación de los 17 ODS de la Agenda 2030. El Sr. QU señaló que esperaba que el consenso y las sugerencias que surgieran del acto de Samarcanda sirvieran de base para las deliberaciones de la Cumbre de Nueva York.
La seguridad alimentaria significa que todas las personas tienen en todo momento acceso físico, social y económico a suficientes alimentos inocuos y nutritivos para satisfacer sus necesidades nutricionales y sus preferencias alimentarias a fin de llevar una vida activa y sana.
Según la edición de 2021 del informe de la FAO sobre El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo, unos 2 300 millones de personas en el mundo padecen actualmente inseguridad alimentaria moderada o grave, de las cuales el 25 %, o 566 millones, viven en Asia.
En la actualidad, la seguridad alimentaria se ve amenazada por el alza en los precios de los alimentos y una volatilidad excesiva, en especial de algunos alimentos básicos, así como por niveles significativos de inflación de los precios de los alimentos. La FAO estima que actualmente 45 países necesitan ayuda alimentaria externa.
Parte de la solución, indicó el Sr. QU, consiste en “mejorar la producción y al mismo tiempo ofrecer un suministro sostenible a través del comercio internacional y mediante una buena logística, la disponibilidad de alimentos, la accesibilidad a los alimentos y la asequibilidad de los alimentos”.
Mientras tanto, El Niño (un patrón climático que consiste en el calentamiento inusual de las aguas superficiales de la zona central y oriental de la cuenca del Océano Pacífico tropical) se suma a algunos importantes factores de la inseguridad alimentaria, como la crisis climática, los conflictos y las desaceleraciones y recesiones económicas, y supone un riesgo para la producción agrícola y la seguridad alimentaria en varias regiones, particularmente en África y América central.
Dado que la agricultura es responsable de aproximadamente una cuarta parte de las emisiones de gases de efecto invernadero (una cifra que es probable que aumente en un 50 % para 2050) y la inseguridad alimentaria suele afectar en mayor medida a las comunidades vulnerables, como los Pueblos Indígenas y las mujeres, el Director General ha hecho hincapié repetidas veces en la necesidad de transformar los sistemas agroalimentarios mundiales.
Esta transformación es necesaria para satisfacer la creciente demanda de alimentos, piensos, fibras y combustible, reduciendo al mismo tiempo la presión ejercida sobre los recursos naturales; para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y proteger la biodiversidad; para incrementar la resiliencia a los efectos de la crisis climática, los conflictos y otras perturbaciones en las cadenas de suministro de alimentos; para asegurar el empleo decente, y para garantizar el acceso a alimentos inocuos y nutritivos y a dietas saludables para todos.
Los costos y beneficios de la transformación de los sistemas agroalimentarios
La FAO estima que la transformación de los sistemas agroalimentarios costará 4 billones de USD de aquí a 2030 en los países de ingresos bajos y medianos. Por otra parte, según estimaciones de la FAO, si se cerrara la brecha de género en la productividad agrícola y se suprimiera la diferencia salarial existente solo en los sistemas agroalimentarios, el producto interno bruto mundial aumentaría en un billón de USD. Con ello, la inseguridad alimentaria mundial se reduciría en al menos dos puntos porcentuales, y el número de personas que padecen inseguridad alimentaria se reduciría en 45 millones.
La FAO, por su parte, se está centrando en cuatro esferas principales: ciencia e innovación, capacidades de datos mejoradas, financiación y gobernanza, explicó el Sr. QU.
Con la atención en Asia
La región de Asia central es excepcionalmente vulnerable a las repercusiones de la crisis climática, y los países sin litoral, como Uzbekistán, anfitrión de la Conferencia Internacional, se encuentran entre las regiones más afectadas por el estrés hídrico en el mundo.
En este contexto, el Sr. QU destacó la necesidad de prestar atención al ahorro de agua y la eficiencia en el uso de este recurso y también a las transferencias de tecnología y las inversiones procedentes de Asia, Europa y otras regiones.
En la apertura de la conferencia intervino también el Sr. Abdulla Nigmatovich Aripov, Primer Ministro de Uzbekistán.
Durante la reunión, se brindará a los participantes información actualizada sobre el estado de aplicación de las vías nacionales en consonancia con los resultados de la Cumbre de las Naciones Unidas sobre los Sistemas Alimentarios de 2021, con especial atención a la situación de la inseguridad alimentaria en los países asiáticos.
Asimismo, se prevé que en la reunión de Samarcanda se debata la aplicación de instrumentos prácticos en el marco de la Estrategia de la FAO para la ciencia y la innovación para 2023-2031. Entre ellos destaca una plataforma permanente para la interacción de los científicos en el ámbito de las ciencias agrícolas, un sistema unificado de seguimiento de la inocuidad alimentaria y sistemas de seguimiento de la producción agrícola basados en datos objetivos para la planificación de la producción y la elaboración de políticas y programas de desarrollo.