La urbanización brinda oportunidad para transformar el modelo de desarrollo de América Latina y el Caribe
La Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Alicia Bárcena, afirmó hoy que las ciudades y la vivienda brindan una oportunidad para transformar el modelo de desarrollo de la región y, al mismo tiempo, fortalecer la democracia, salvaguardar los derechos humanos y mantener la paz, en consonancia con la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, durante la inauguración del IV Foro Latinoamericano y del Caribe de vivienda y hábitat, que se realiza de forma virtual hasta el viernes 21 de mayo.
La alta funcionaria de las Naciones Unidas fue una de las principales oradoras en la sesión de apertura del encuentro en la que participaron también Carlos Alvarado, Presidente de Costa Rica, Jonathan Reckford, Presidente Global de Hábitat para la Humanidad y Maimunah Mohd Sharif, Directora de ONU-Habitat.
Durante su presentación, vía mensaje de video, Alicia Bárcena subrayó que América Latina es una de las regiones más urbanizadas del planeta, con el 82% de su población viviendo en ciudades y 17% de su población urbana concentrada en 6 megaciudades con más de 10 millones de habitantes.
Afirmó que el COVID-19, una pandemia de carácter predominantemente urbano, ha evidenciado más que nunca las desigualdades que plagan a las ciudades de la región.
Precisó que a la fecha se estima que 1 de cada 5 habitantes de América Latina y el Caribe reside en asentamientos informales, una cifra que, según proyecciones de la CEPAL, crecerá en los próximos años ante las mayores dificultades de acceso a la vivienda formal, aumentando el ya histórico déficit de vivienda que aqueja a la región e incrementando la vulnerabilidad de sus habitantes urbanos ante posibles crisis futuras.
“Nuestras ciudades se han convertido en un claro reflejo de las brechas económicas, sociales y ambientales del desarrollo; es en las ciudades donde se aprecia claramente la cultura del privilegio”, enfatizó.
La Secretaria Ejecutiva de la CEPAL puntualizó que el hacinamiento afecta a más del 55% de los hogares urbanos pobres y, como señala el Panorama Social de América Latina 2020, presentado en marzo pasado, en más de un tercio de estos hogares la situación es crítica. Esta carencia de vivienda adecuada ha potenciado los impactos de la pandemia porque dificulta el cumplimiento de las cuarentenas necesarias, el distanciamiento social y el acceso a las medidas sanitarias, añadió.
Subrayó que, si bien los impactos de la pandemia han afectado particularmente a las áreas urbanas, aún se espera que las ciudades, como motores de crecimiento, desempeñen un papel de liderazgo en la recuperación de la crisis.
La alta funcionaria de las Naciones Unidas añadió que los Objetivos de Desarrollo Sostenible serán imposibles de alcanzar si, en una región predominantemente urbana como América Latina y el Caribe, no se contempla la acción local.
“La Nueva Agenda Urbana y el Plan de acción regional para la implementación de la nueva agenda urbana en América Latina y el Caribe deben ser las guías del accionar en nuestras ciudades, propiciando un diálogo multidimensional y multiactor”, señaló.
En su intervención, la máxima representante de la CEPAL afirmó que, cuando la región habla unida, convoca a la comunidad internacional. Para el año 2021, la nueva Secretaría Técnica del foro de Ministros de Vivienda y Urbanismo de América Latina y el Caribe (MINURVI), que ejercen conjuntamente CEPAL y ONU-Habitat, jugará un papel mayor en ofrecer apoyo estratégico a los Estados miembros en la recuperación post-COVID-19, destacó.
En ese sentido, celebró la creación de la Plataforma Urbana y de Ciudades de América Latina y el Caribe, una herramienta de seguimiento a la implementación de la dimensión urbana de la Agenda 2030, la Nueva Agenda Urbana y el Plan de Acción Regional, que busca facilitar el intercambio de experiencias e ideas con el fin de fortalecer capacidades regionales, nacionales y subnacionales para el desarrollo urbano sostenible y fomentar la cooperación Sur-Sur como mecanismo de aprendizaje horizontal en la región.
Resaltó también la necesidad que la ciudad financie su propio desarrollo, a través de instrumentos que capturen el valor incremental del suelo como consecuencia de las inversiones y regulación pública.
Finalmente, Alicia Bárcena recordó que la CEPAL propone el Gran Impulso para la Sostenibilidad como forma de respuesta hacia un mundo mejor, que combina y articula políticas tecnológicas e industriales, fiscales, financieras, ambientales, sociales y regulatorias, con el objetivo de elevar la tasa de inversión en sectores clave, para disminuir brechas sociales, generar empleo e incrementar productividad, al tiempo que reduce la huella ambiental.
Desde este enfoque, destacó, la potencialidad de una demanda urbana tan significativa como la vivienda, estructurada y organizada, tanto de construcción de nuevas unidades como la rehabilitación y expansión de vivienda, ofrece posibilidades de crear o fortalecer cadenas locales de valor que generen empleo y fomenten la actividad económica significativamente.
“Es necesario hacer un firme llamado a cambiar el modelo de desarrollo y redoblar esfuerzos hacia una recuperación pos-COVID-19 guiada por los principios del desarrollo inclusivo, la igualdad y la sostenibilidad”, concluyó.