Lecciones para fortalecer la seguridad y justicia en América Latina y el Caribe
¿Sabías que el 76.5% de la población en América Latina vive con miedo a ser víctima de un delito con violencia? En la región vive el 8% de la población mundial y se concentra el 33% de los homicidios; de los cuales, el 50% están relacionados con el crimen organizado en las Américas. Aunado a esto, el 60.4% de la ciudadanía no confía en la policía en la región.
Esta situación plantea el desafío de tomar medidas orientadas a mejorar los niveles de seguridad, convivencia y confianza ciudadana en las autoridades de seguridad y justicia de los países de la región.
Para ello, desde el Banco Interamericano de Desarrollo hemos instaurado diversas acciones e instancias de capacitación para fortalecer las capacidades de las instituciones policiales, enfocándonos en dos áreas de acción que se han desarrollado a partir de las necesidades de los países:
- La formación de líderes a través del curso masivo en línea MOOC, “Líderes para la Gestión en Seguridad Ciudadana y Justicia”; y
- La tercera semana presencial anual para la formación y certificación de policías en América Latina.
¿Cómo la capacitación de líderes en seguridad ciudadana y justicia es fundamental para prevenir y reducir el crimen y la violencia en América Latina y el Caribe?
El curso masivo en línea MOOC, “Líderes para la Gestión en Seguridad Ciudadana y Justicia”, del Banco Interamericano de Desarrollo, es una herramienta de capacitación para autoridades, sociedad civil y ciudadanía con interés en profundizar en el conocimiento de la seguridad ciudadana y de la justicia, abarcando un enfoque que va más allá de la lucha contra el crimen e incluyendo un abanico más amplio de intervenciones para mejorar el cumplimiento de normas de convivencia, promover la resolución pacífica de conflictos, mejorar la eficiencia del sistema de justicia y del sistema penitenciario, entre otros.
Desde 2018, por medio del MOOC, se han formado más de 24,000 personas en la región. De estas, el 91.6% manifiesta que el curso mejoró sus conocimientos y habilidades para realizar su trabajo actual.
Líderes para la Gestión en Seguridad Ciudadana y Justicia: hacia la creación de comunidades de práctica policiales
Para amplificar el impacto de la 5ª edición del MOOC de “Líderes para la Gestión en Seguridad Ciudadana y Justicia”, se conformaron aulas virtuales para atender la demanda específica de capacitación continua por parte de diferentes instituciones del sector público para la formación de más de 1,100 autoridades policiales y civiles del sector de Seguridad Ciudadana y Justicia.
De esta iniciativa, se destaca el trabajo colaborativo de certificación focalizado en policías, que se llevó a cabo a través de la colaboración de las y los especialistas de Seguridad Ciudadana y Justicia del BID junto con las Academias Nacionales de Formación de las Policías Nacionales de Ecuador, Costa Rica, Honduras y, próximamente, Perú. De esta manera, se conformaron comunidades de práctica policial por medio de aulas virtuales.
Esta certificación virtual concluye con la capacitación presencial de los participantes seleccionados meritocráticamente con base en su desempeño, para participar en la “3ª Semana Presencial para la Formación y Certificación de Policías de América Latina del MOOC”, que se llevó a cabo en John Jay College of Criminal Justice en Nueva York, una universidad de gran prestigio enfocada en la formación de policías con especialidades en justicia criminal y forense. Durante esta semana presencial, se contó con la participación de los policías que obtuvieron los mejores promedios y presentaron las mejores propuestas de proyecto (ver propuestas seleccionadas aquí).
El encuentro permitió compartir e intercambiar conocimiento con el profesorado del MOOC, especialistas del BID y policías de otros países de América Latina, a fin de profundizar en el conocimiento adquirido durante el curso y dar la oportunidad a las y los participantes de practicar y aplicar los conceptos aprendidos.
Además, las visitas de campo brindaron a las personas participantes la oportunidad de conocer el programa de formación de vanguardia de la Academia de formación del Departamento de la Policía de Nueva York (NYPD) y el centro de colaboración policial HIDTA(High Intensity Drug Trafficking Areas), donde participan agencias federales, estatales y locales para la prevención y reducción de delitos complejos en los estados de Nueva York y Nueva Jersey.
De este encuentro, se obtuvieron 5 importantes conclusiones para fortalecer las capacidades de los cuerpos de seguridad y de justicia en ALC:
1. La intervención policial requiere de un enfoque integral.
El crimen organizado no es un tema nuevo para nuestra región. No obstante, los delitos asociados a éste, como el lavado de activos, la corrupción a gran escala y delitos ambientales como la minería ilegal, constituyen desafíos emergentes y enormemente complejos. Lo anterior demanda contar con cuerpos de policía especializados (policía científica), la generación de alianzas estratégicas y esfuerzos de cooperación internacional.
2. Para mejorar la respuesta al crimen es necesario mejorar el reclutamiento, entrenamiento y evaluación de los nuevos liderazgos policiales.
Para poder tener un cuerpo de policía capaz, bien remunerado e incentivado, que permita contrarrestar el fenómeno de la corrupción al interior de los cuerpos policiales, se requiere contar con mejores procesos de reclutamiento y entrenamiento policial. De acuerdo con la experiencia, lo más crítico es evaluar el desempeño policial basado en indicadores de inteligencia emocional, social y de adaptación al cambio en los aspirantes a ser policías. Una mayor profesionalización policial, permite contar con una policía mejor preparada que cuenta con planes de contingencia, para anticiparse a situaciones inminentes y asegurarse de contar con una respuesta para estos eventos, en coordinación con aliados estratégicos.
3. Fortalecimiento de la resiliencia institucional en seguridad y justicia para hacer frente al crimen cotidiano y la delincuencia organizada en la región.
Es necesario continuar fortaleciendo las capacidades de prevención, respuesta oportuna y adaptación al cambio de las instituciones de seguridad y justicia. Para ello fue clave conocer experiencias desde otras latitudes, como la de Italia, que ha venido superando el fenómeno de los grupos criminales desde hace más de dos décadas. Uno de sus principales avances fue la promulgación de la Ley Especial Antimafia, que ha permitido abrir investigaciones por asociación delictiva, corrupción, extorsión, fraude fiscal, entre otros. Además, se detallaron las diferentes fuerzas de seguridad con las que cuenta Italia para hacer frente al delito común y de delincuencia organizada, como las Policías Estatales de carácter civil y los Carabinieri, con formación militar; estas dos instituciones tienen como foco principal la investigación de personas. Una tercera fuerza es la Guardia de Finanzas, que es la policía económica financiera, cuya prioridad es seguir los flujos financieros ilícitos y, finalmente, la Policía Penitenciaria.
4. Mejorar mecanismos para compartir información y contar con una respuesta coordinada.
Una de las lecciones que dejó el ataque terrorista a los Estados Unidos del 11 de septiembre del 2001, fue la necesidad de contar con un mecanismo de intercambio de información entre las agencias de EE. UU. a fin de poder tener una respuesta oportuna y mayor preparación frente a las amenazas. Es así como surgió la agencia HIDTA, que reúne personal de diferentes agencias de seguridad y justicia a nivel federal, estatal y local en un mismo espacio geográfico. La agencia HIDTA opera como un centro de fusión de inteligencia, intercambio de información y coordinación, para prevenir y controlar el narcotráfico, lavado de activos, tráfico de armas, crímenes violentos, entre otros. El éxito de este mecanismo es el apego a los principios de confianza y reciprocidad entre las diferentes agencias que colaboran.
5. Promover el bienestar y resiliencia de las y los oficiales de Policía.
El cuerpo policial está expuesto directa o indirectamente a eventos traumáticos que se acumulan en el tiempo, sin recibir la atención adecuada y oportuna para proteger su salud mental. La exposición prolongada al estrés da por resultado agotamiento emocional y despersonalización. Aunado a esto, la policía se expone a un bajo apoyo social, débil sentido de comunidad, bajas recompensas laborales y largos turnos de trabajo, lo que acumula problemas de salud mental, como depresión y ansiedad. Por lo anterior, buscar ayuda oportuna tiende a generar resiliencia a largo plazo. No obstante, existe una predisposición por parte de los y las policías para buscar este apoyo emocional debido al temor de ser percibidos como débiles, ser etiquetados o estigmatizados, o perder el acceso al arma. El estrés es un predictor en la toma de decisiones policiales y existe una significativa relación entre el tiempo de entrenamiento y el rendimiento en general de los policías.
Finalmente, desde el Grupo BID nos comprometemos a continuar apoyando procesos de generación e intercambio de conocimientos y la diseminación de experiencias positivas en la implementación de mecanismos para la prevención del delito y la violencia, incluyendo la participación multisectorial de agencias del gobierno y el sector privado. Asimismo, con el apoyo de la Academia BID, continuaremos promoviendo la capacitación y generación de comunidades de práctica como las que surgieron de la implementación del MOOC “Líderes para la Gestión en Seguridad Ciudadana y Justicia“, cuya 6ª edición está por empezar en mayo de 2024. ¡Regístrate aquí!
Aprovechamos este espacio para expresar nuestro profundo respeto y admiración hacia las y los funcionarios públicos dedicados y comprometidos a proveer a la ciudadanía de América Latina y el Caribe, servicios de seguridad y justicia de mejor calidad. Su disposición para compartir su conocimiento y lecciones aprendidas desde su ardua labor diaria, nos permiten mejorar el conocimiento basado en la experiencia, especialmente en la resolución de situaciones críticas y desafiantes que son específicas de nuestra región.