Los desafíos que plantea el nuevo escenario global para las redes móviles en Latinoamérica
El distanciamiento físico que atravesamos estos últimos dos meses resignificó el valor y la importancia que la conexión a través de las redes móviles implica para las personas. Al perder temporalmente la posibilidad de concurrir a nuestras oficinas, visitar amigos o compartir una mesa familiar, encontramos el contacto emocional con otras personas, trabajamos y estudiamos a través de las plataformas digitales. Esto implica una transformación para las empresas de telecomunicaciones que deben invertir para satisfacer esta necesidad de los usuarios de Internet, empezando por encarar los cambios que esta dinámica de consumo implican y de cara a las transformaciones del futuro.
Las personas trabajan desde sus hogares, utilizan distintas plataformas para comunicarse con sus familiares y amigos, miran contenidos por streaming, y trasladaron gran parte de sus actividades a la virtualidad. Esto ha generado la migración a escala de tráfico desde áreas comerciales hacia áreas residenciales, generando la necesidad de reajustar la distribución de capacidad disponible en las redes de acceso y transporte.
Entendiendo que estos cambios en las dinámicas de consumo implican nuevos desafíos, impulsamos un estudio a nivel global sobre el impacto en las redes móviles en el contexto del coronavirus, para visualizar los cambios en las últimas semanas y entender sobre qué puntos trabajar y fortalecer nuestros servicios.
En el caso de América Latina, se detectó que en los países donde se adoptaron medidas de restricción de circulación, hubo un aumento promedio del 20 por ciento en las tasas de tráfico de voz en las redes móviles. Con respecto al tráfico de datos, una parte importante está siendo absorbida por las redes Wi-Fi residenciales.
A su vez, en las redes móviles, se observó una reducción esperada en la movilidad del usuario, pero al mismo tiempo, el aumento en el volumen de tráfico total ha sido en promedio del 10 por ciento, con algunos casos extremos. El impacto ha variado según el mercado y la ubicación, debido a los diferentes niveles de penetración de banda ancha fija y los diferentes paquetes de datos contratados en banda ancha móvil por los usuarios.
Estos cambios son inéditos. A nivel global, se detectó un aumento del 50 por ciento en llamadas (tráfico de voz) en redes móviles. También se está generando un gran aumento del uso de la red 3G, por zonas de baja penetración de LTE (en algunos casos saturando las redes), lo cual es un problema a atender con mucha responsabilidad ya que debemos evitar el colapso de las redes 3G y 4G, priorizando que las personas se mantengan conectadas. Las redes se Wi-FI residenciales, por ejemplo, alivian el tráfico de datos, aunque sí se detectó un aumento de hasta dos veces en el tráfico de banda ancha fija durante el horario laboral.
Mantener las redes activas y sin congestión, es un esfuerzo de todos. Los operadores y entes reguladores de cada país enviaron recomendaciones a sus usuarios, junto con acciones específicas para priorizar y garantizar el apoyo a las demandas profesionales a expensas de actividades de ocio, como juegos en red, YouTube y Netflix, en los que la calidad del video se reduce para aliviar el posible impacto en las redes.
Para que las redes continúen funcionando sin incidentes y con la prioridad de satisfacer las necesidades actuales de las personas y empresas, desde Ericsson elevamos una serie de recomendaciones, con la mirada puesta en brindar apoyo a las distintas actividades económicas que gracias a la conectividad pueden seguir funcionando y para brindar a las personas la mayor capacidad de conexión durante este periodo de aislamiento social:
Cooperación por parte de los operadores para aumentar el límite de uso de datos de los usuarios y así evitar el estrangulamiento de la red.
Garantizar un mínimo de velocidad adecuada para permitir a los suscriptores tener una buena experiencia con las aplicaciones más populares
Monitoreo continuo de la red, para evaluar el rendimiento y reevaluar los puntos anteriores
Preparar la red para el crecimiento esperado del tráfico, identificando cuellos de botella y ampliando la capacidad para eliminarlos.
Estos cambios generan una transformación hacia el futuro a largo plazo. El panorama es incierto pero algunas cosas están siendo claras: debemos prepararnos para los tiempos de cambio y crisis, y lo que continúa después de ellos. Se estima que la modalidad de teletrabajo instalada por la crisis se mantendrá por tiempo indeterminado, las personas que no sabían navegar por Internet lo están aprendiendo, zonas donde no había buena conectividad, ahora precisan ese acceso. Como empresa del sector telecomunicaciones tenemos una responsabilidad para esas comunidades de brindar el mejor servicio posible, entendiendo que estamos transitando un cambio de paradigma.