Países de América Latina y el Caribe inician implementación del Plan de Autosuficiencia Sanitaria aprobado por CELAC
Países de la región iniciaron hoy el proceso de implementación del Plan de Autosuficiencia Sanitaria para América Latina y el Caribe, aprobado por unanimidad por los jefes de Estado y de Gobierno de los 32 países de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) el 18 de septiembre pasado, al sostener el primer encuentro de coordinación organizado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y el Gobierno de México, a cargo de la presidencia pro tempore del bloque.
En el corto plazo, los países buscan poner en marcha tres ejes: mecanismos de convergencia y reconocimiento regulatorio, plataforma regional de ensayos clínicos, y mecanismos de compra conjunta internacional de vacunas y medicamentos esenciales y su utilización para el desarrollo de mercados regionales.
La I Reunión de Coordinación del Plan de Autosuficiencia Sanitaria para América Latina y el Caribe fue inaugurada por la Secretaria Ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcena; el Comisionado Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) de México, Alejandro Svarch Pérez; y el Coordinador Nacional de México ante la CELAC, Efraín Guadarrama Pérez, quien agradeció a la Comisión por su rol en la ejecución del Plan y a las delegaciones nacionales por sus aportes en el encuentro.
El evento también contó con una presentación del Director General Adjunto de la Coalición para las Innovaciones en la Preparación ante las Epidemias (CEPI), Frederik Kristensen.
“Los países de América Latina y el Caribe han vivido y continúan viviendo la tragedia de la COVID-19. La región ha sido una de las más golpeadas del mundo por una pandemia que puso en evidencia sus vulnerabilidades sanitarias, económicas, sociales y productivas”, planteó Alicia Bárcena, quien reconoció que la región “realizó y continúa realizando esfuerzos importantes en lo referente al desarrollo y producción de vacunas. Pero esos esfuerzos no han sido suficientes”, subrayó.
“Prueba de ello —apuntó la secretaria ejecutiva— son los continuos procesos de negociación con los países y laboratorios productores para asegurar promesas de venta de vacunas y luego para que esas promesas se traduzcan en la entrega de las dosis comprometidas. Todo esto en un contexto internacional en el que la solidaridad internacional tuvo, en el mejor de los casos, un resultado insuficiente y frecuentemente tardío”.
Los datos indican que la región no alcanzará a vacunar a 80% de su población en 2021, alertó.
Si bien la pandemia ha puesto de manifiesto los problemas estructurales de la región, también es una oportunidad para reevaluar su capacidad productiva y tecnológica y reformular las estrategias y políticas necesarias para fortalecer los sistemas locales de producción e innovación de los bienes y servicios vinculados al complejo de la salud, afirmó Bárcena.
“En este marco, el documento Lineamientos y propuestas para un plan de autosuficiencia sanitaria para América Latina y el Caribe, preparado por la CEPAL a solicitud de la presidencia pro tempore de la CELAC y cuya puesta en marcha nos congrega hoy, es una respuesta elaborada por la región y para la región”, destacó la alta funcionaria de las Naciones Unidas.
El titular de la Cofepris, Alejandro Svarch Pérez, indicó que “reconocemos la importancia estratégica del Plan de Autosuficiencia Sanitaria, el cual, entre otras cosas, busca diagnosticar la magnitud de los retos que enfrentamos los países de la región en las esferas sanitaria, económica, social y productiva, avanzando en líneas de acción muy claras, que buscan fortalecer la capacidad de respuesta de nuestros Estados en materia de distribución y, sobre todo, de acceso a vacunas y medicamentos, siempre seguros y de calidad, y con la eficacia que nuestros pueblos necesitan y merecen”.
Por su parte, el director general adjunto de la CEPI, Frederik Kristensen, señaló que la devastación ocasionada por la pandemia de COVID-19 en América Latina y el Caribe ha mostrado la interconexión entre salud, desarrollo, finanzas y seguridad, y ha demostrado claramente las falencias de los sistemas existentes. No obstante, destacó la voluntad mostrada por la clase política por reconstruir mejor. “Estamos preparados para jugar un rol en eso”, puntualizó.
En una presentación ofrecida a las delegaciones, la secretaria ejecutiva de la CEPAL explicó que el Plan fue concebido para esta emergencia y futuras pandemias y que busca garantizar a corto plazo el acceso igualitario a vacunas, así como hacer un diagnóstico de capacidades en el complejo de la salud.
El Plan propone seis líneas de acción: Mecanismos de convergencia y reconocimiento regulatorio; Plataforma regional de ensayos clínicos; Mecanismos inmediatos de compra de vacunas a nivel regional; Consorcios para desarrollo y producción de vacunas; Flexibilidades normativas para acceder a propiedad intelectual; y Desarrollo de un mercado regional estable de medicamentos a partir de compras públicas, fortaleciendo mecanismos regionales y subregionales.
En una primera etapa se están priorizando cuatro de estas líneas de acción (englobadas en tres ejes), explicó Bárcena, con propuestas para realizar diversos encuentros regionales en los próximos meses, a los que se convocará a autoridades reguladoras, mecanismos de integración regionales y subregionales, investigadores y representantes de la industria farmacéutica y de organizaciones no gubernamentales que apoyan la investigación en la región, entre otros actores.
“El 87% de las importaciones de medicamentos proviene de fuera de la región. La escala de un mercado regional integrado es crucial para el éxito de una estrategia de producción regional. Necesitamos usar el poder de compra del sector público como instrumento de desarrollo de cadenas productivas regionales. Se debe facilitar el intercambio comercial intrarregional, potenciar el desarrollo de proveedores regionales y mejorar la negociación en bloque para el acceso a insumos y transferencia tecnológica”, resumió Bárcena.
La pandemia nos enseñó la imperiosa necesidad de aumentar la integración y coordinación regionales para crear capacidades propias de desarrollo y producción de vacunas y medicamentos, concluyó.