Recicladores en América Latina: clave para una economía circular

Centenares de miles de personas han hecho de esta actividad una profesión y pasan largas jornadas recorriendo las calles de las ciudades en busca de papel, cartón, metal o cristal. Ese es el día a día de los recicladores de base de América Latina, el primer eslabón del reciclaje en la región. Y también el más precario. La crisis mundial del coronavirus fragilizó aún más la delicada situación de los recicladores, debido a las cuarentenas impuestas por los distintos países de la región, con pocas excepciones.

“En Colombia empezaron a hacer cuarentena de materiales, pero seguían trabajando y recolectando”, explica a DW Jadira Vivanco, Coordinadora para Colombia y Centroamérica de Latitud R. Esta organización de reciclaje inclusivo a nivel regional luchó para obtener permisos y que “dentro de esas excepciones se incluyeran recicladores de base, porque hacían parte esencial de la prestación del servicio, no todo podía terminar en el relleno sanitario y muchos de los recicladores tenían que seguir trabajando para subsistir”, explica.

“Colombia los tuvo desde su primera instancia y como parte de las excepciones, podían salir. Logramos tener permiso en El Salvador, en los municipios del gran San Salvador, para que los recicladores pudieran salir por horas. Perú logró tener esas negociaciones a través de una guía que nosotros ingresamos”, recuerda, apuntando otros casos como Ecuador, Chile, Brasil donde también se hicieron excepciones que facilitaron la libre circulación de los recicladores de base durante la cuarentena. “A pesar de la cuarentena, en la mayoría de los países muchos recicladores salían por horas a recolectar”, agrega.

Igualmente, avanza que “los gobiernos entienden que es necesario que si vuelve a existir una cuarentena de esas condiciones tan estrictas como las tuvimos al inicio, los recicladores tienen que seguir trabajando para seguir recuperando materiales”.

Precariedad sin fronteras ni reconocimiento

Según Latitud R, alrededor de 2 millones de personas se dedican a esta actividad en América Latina y El Caribe, aportando el 50% de lo que se recicla en la región. No obstante, Vivanco recalca que hay que tener en cuenta que no se dispone de censos de todos los países. “Brasil, Chile, Argentina, Ecuador y Colombia son los países que tienen un poco más de conciencia frente al número de recicladores que tienen”, apunta. En este último país, “solo en Bogotá, en 2019, la empresa encargada de tener estos censos actualizados, la Unidad Administrativa de Servicios Públicos (UAES), declaró tener entre 25 y 30 mil recicladores”, agrega.

“En Colombia, tendríamos cerca de 100 mil recicladores, no todos identificados, porque no todos están en un proceso de formalidad”, dice, refiriéndose a los que no pertenecen a una cooperativa de recicladores. Según sus datos, tan solo el 10% están organizados. El resto todavía están en un proceso de informalidad y trabajan en condiciones de marginalidad y de precariedad laboral. Por este motivo, aunque Brasil y Colombia destacan como referentes en la formalización de estos trabajadores en la región, muchos países como Argentina siguen en proceso. Aunque “Buenos Aires es una de las ciudades que está implementando temas de política, no hay una política de alcance nacional”, dice, recalcando el papel que ha llevado a cabo la Asociación de Cartoneros de Argentina.

En Centroamérica destaca el caso del Salvador, donde “varios recicladores de oficio se empezaron a organizar en el proceso de recolección domiciliaria, es decir, que pueden ir de puerta en puerta”, explica la coordinadora para Centroamérica de Latitud R.

“El tema de la organización de recicladores de base está surgiendo con muchísima fuerza para hacer frente a todos los problemas que están empezando a tener”, como la instalación de contenedores en los edificios, afirma.

Igualmente, estos trabajadores son clave “para implementar los modelos de economía circular en América Latina”. “Una de las herramientas más poderosas hoy en día y ya realizándose en este momento en América Latina, es el reciclaje en los materiales aprovechables, y como principales proveedores de ese reciclaje están los recicladores de base, así que creemos que el reciclaje inclusivo es una de las herramientas que claramente van a viabilizar modelos de economía circular”, asegura.