Royal Caribbean Group proporciona información sobre el impacto de la variante ómicron
MIAMI — Royal Caribbean Group proporcionó actualización sobre el estado de su negocio y el impacto de la variante ómicron.
El conocimiento sobre la COVID-19 y cómo lidiar con ella ha estado en constante cambio durante los últimos dos años. La variante ómicron ha alterado significativamente el panorama de la COVID-19 para todos, y Royal Caribbean Group no es una excepción.
Como se ha informado ampliamente, la variante ómicron es mucho más infecciosa que sus predecesoras y ya se ha convertido en la forma dominante de la COVID-19 en los Estados Unidos y en otras partes. Por fortuna, la variante ómicron también parece causar síntomas significativamente menos graves que las variantes anteriores, sobre todo en las personas que están vacunadas. Los cruceros siguen siendo uno de los pocos lugares donde se puede ir de vacaciones sabiendo que casi todas las personas allí presentes están debidamente vacunadas.
La reciente experiencia en los barcos de Royal Caribbean Group es coherente con estas observaciones. Las cifras indican un aumento en la cantidad de personas que arrojan positivo en las pruebas pero sin el correspondiente aumento en la cantidad de personas enfermas. Desde que se retomaron las actividades de los cruceros en los Estados Unidos en junio de 2021, Royal Caribbean Group ha transportado 1.1 millones de huéspedes, entre los cuales 1,745 han tenido un resultado positivo; una tasa de positividad del 0.162 %. Además, la gran mayoría de esos casos no presentaron síntomas o solo presentaron síntomas leves, y sólo 41 personas necesitaron hospitalización. Ninguno de los casos de la variante ómicron ha sido grave o ha requerido trasladarse a un hospital. Estas cifras son producto de que casi todos a bordo han sido vacunados y cuentan con una prueba negativa antes de embarcarse.
“La variante ómicron está generando un gran impacto a corto plazo en todos, pero muchos observadores ven esto como un paso importante para que la COVID-19 se convierta en endémica en lugar de epidémica”, señaló Richard Fain, presidente y director ejecutivo. “No nos gusta ver ni un solo caso, pero nuestra experiencia es una fracción de lo que indican las estadísticas comparables de prácticamente cualquier otra ubicación o industria similar. Pocas empresas están sujetas a tan riguroso escrutinio, regulación y requerimientos de divulgación por parte de tantas autoridades, y acogemos de buena manera dicho escrutinio debido a nuestro compromiso con la seguridad. Tenemos la intención de mantener nuestro objetivo de ofrecer las vacaciones más seguras por tierra o mar, y ajustaremos constantemente nuestros procedimientos para lograr esto, incluso ante la increíble transmisibilidad de ómicron”.
El director médico de Royal Caribbean Group, Dr. Calvin Johnson, destaca: “La compañía está navegando por la información en constante evolución sobre la variante ómicron. Nuestro recuento de casos se ha disparado, pero el nivel de gravedad es mucho más leve. Nos mantendremos ágiles y en contacto permanente con las autoridades sanitarias. Por ejemplo, incluso desde antes de la aparición de la variante ómicron, hemos estado administrando a todos nuestros miembros de la tripulación vacunas de refuerzo a medida que eran elegibles”.
Después de un “Cyber weekend” muy intenso, la compañía experimentó una disminución en las reservas y un aumento en las cancelaciones para los viajes en el corto plazo, pero en menor medida que el nivel experimentado con la variante delta. La ocupación para las travesías en el primer semestre de 2022 permanecen por debajo de los niveles históricos, como se esperaba. Sin embargo, los embarques para el segundo semestre de 2022 siguen reservándose dentro de los rangos históricos, a precios más elevados con y sin Créditos de Crucero Futuro (FCC), con una fuerte demanda de parte del mercado crítico de los Estados Unidos.
La industria de los viajes está experimentando importantes perturbaciones en el transporte aéreo y otros proveedores de servicios debido a la propagación de la variante ómicron. Tales perturbaciones generan un gran impacto sobre todo durante la temporada festiva, a medida que aumenta la necesidad y la disponibilidad de mano de obra se ve afectada por el actual aumento en los casos. Problemas similares están afectando las capacidades de la compañía para brindar servicio a bordo. Además, la compañía está experimentando interrupciones de servicio en determinados destinos y hasta la fecha ha cancelado o modificado significativamente 16 escalas de destino de un total de 331. La compañía proyecta que estas interrupciones continuarán a corto plazo y luego disminuirán, a medida que el mundo se adapte a las tendencias actuales.
Fain concluyó: “Estamos aprendiendo y adaptándonos constantemente, ya que ómicron parece estar comenzando una nueva fase en la lucha contra la COVID-19. Esperamos que estos factores generen un impacto negativo a corto plazo, pero nos sentimos optimistas de que nos llevarán a un entorno sanitario más generalizado pero menos grave. En conjunto, esto nos debería permitir producir un favorable año de transición en 2022 y un 2023 muy sólido”.
Acerca de Royal Caribbean Group
Royal Caribbean Group (NYSE: RCL) es una de las principales empresas de cruceros en el mundo y cuenta con una flota global de 60 barcos que viajan a más de 800 destinos en todo el mundo. Royal Caribbean Group es propietaria y operadora de tres galardonadas marcas de cruceros: Royal Caribbean International, Celebrity Cruises y Silversea Cruises, y es también propietaria del 50 % de una empresa conjunta que opera TUI Cruises y Hapag-Lloyd Cruises. Juntas, las marcas tienen otros 13 buques en pedido al 30 de septiembre de 2021. Conozca más en www.royalcaribbeangroup.com o www.rclinvestor.com.
Declaración precautoria sobre las declaraciones prospectivas
Ciertas declaraciones contenidas en este comunicado de prensa en relación con, entre otras cosas, nuestras estimaciones de desempeño futuro, previsiones y proyecciones constituyen “declaraciones prospectivas” en virtud de la Ley de Reforma de Litigios sobre Valores Privados de 1995. Entre tales declaraciones se incluyen, entre otros factores, estados de ingresos, costos y resultados financieros de 2021 en adelante. Palabras como “anticipar”, “creer”, “podría”, “conducir”, “estimar”, “esperar”, “objetivo”, “intención”, “puede”, “planificar”, “proyecto”, “buscar”, “debería”, “hará”, “haría”, “considerar” y expresiones similares tienen como objetivo ayudar a identificar las declaraciones prospectivas. Las declaraciones prospectivas reflejan las expectativas actuales de la dirección, se basan en opiniones, son inherentemente inciertas y están sujetas a riesgos, incertidumbres y otros factores que podrían causar que nuestros resultados, desempeño o logros reales difieran sustancialmente de los resultados, desempeño o logros futuros expresados o implícitos en dichas declaraciones prospectivas. Ejemplos de estos riesgos, incertidumbres y otros factores incluyen, entre otros, el impacto de la COVID-19 y otras enfermedades contagiosas en las condiciones económicas, en las industrias y en las sociedades en general, en la industria de los viajes, en la posición financiera y en los resultados operacionales de nuestra empresa; las restricciones de viaje obligatorias o voluntarias, incluida la suspensión actual y potencial de los cruceros; las cancelaciones por parte de los huéspedes; el ritmo y la eficacia de nuestra reincorporación al servicio; nuestra capacidad de cumplir con el Marco para la Orden de Navegación Condicional emitida por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos; el impacto de la reglamentación estatal y los litigios relativos a los comprobantes de vacunación de los pasajeros; nuestra capacidad de obtener financiamiento, capital o ingresos suficientes para satisfacer las necesidades de liquidez, gastos de capital, reembolsos de deudas y otras necesidades de financiamiento; la efectividad de las medidas que hemos adoptado para mejorar y atender nuestras necesidades de liquidez; el impacto del entorno económico y geopolítico en aspectos clave de nuestro negocio como la demanda de cruceros, los gastos de los pasajeros y los gastos operacionales; las interrupciones de la cadena de suministro; los incidentes o publicidad adversa en relación con nuestros buques, instalaciones portuarias, destinos en tierra y/o los pasajeros o la industria de los cruceros de vacaciones en general; las preocupaciones por la seguridad, la salud y el bienestar de los huéspedes y la tripulación; el costo y la efectividad de nuestros protocolos de seguridad relacionados con la COVID-19; las deficiencias de nuestro fondo de comercio, activos de larga duración, inversiones de capital y pagarés por cobrar; las dificultades de abastecimiento en materia de personal de tripulación, suministros y provisiones; la aparición de la COVID-19 y otras enfermedades contagiosas en nuestros buques y las preocupaciones sobre el riesgo de enfermarse al viajar hacia, en o desde nuestras embarcaciones; la no disponibilidad de puertos de escala; la creciente aversión al turismo y las preocupaciones por el medioambiente; los cambios en la política de viajes al extranjero de los Estados Unidos; las incertidumbres con respecto a la ejecución de actividades comerciales a nivel internacional y la expansión hacia nuevos mercados y nuevas empresas; nuestra capacidad de reclutar, desarrollar y retener personal de alta calidad; cambios en los costos operacionales y de financiamiento; el impacto de nuestro endeudamiento actual y futuro; el impacto de los tipos de cambio de las divisas, la inflación y la tasa de interés, y fluctuaciones de los precios del combustible; la escasez de mano de obra; el impacto de las conversiones de nuestros bonos convertibles, de haberlos, en acciones comunes o una combinación de efectivo y acciones comunes; nuestra expectativa de que no declararemos ni pagaremos dividendos sobre nuestras acciones comunes en el futuro previsible; la competencia en la industria de las vacaciones y los cambios en la capacidad y el exceso de capacidad de la industria; los riesgos y costos relacionados con los ataques a la seguridad cibernética, las infracciones relativas a los datos, la protección de nuestros sistemas y el mantenimiento de la integridad y la seguridad de los datos, así como la información personal de nuestros huéspedes, empleados y otras personas; el impacto en nuestra empresa de las leyes y reglamentos o mandatos gubernamentales nuevos o que han sido modificados; litigios, investigaciones y medidas de ejecución pendientes o amenazadas; los efectos del clima, de los desastres naturales y de las estaciones del año en nuestro negocio; las reparaciones de emergencia de los buques, incluidos los ingresos que se han perdido en relación con ello; el impacto de los problemas en los astilleros, incluidos los retrasos en la entrega de los buques, las cancelaciones de buques o los aumentos en el costo de construcción de los buques; la falta de disponibilidad de astilleros; la falta de disponibilidad o los costos del servicio aéreo; y las incertidumbres de un sistema jurídico extranjero, ya que nuestra empresa no está incorporada en los Estados Unidos.
Además, muchos de estos riesgos e incertidumbres se agravan y seguirán agravándose, o podrían agravarse en el futuro, por la pandemia de la COVID-19. No es posible predecir o identificar todos esos riesgos.
Más información acerca de los factores que podrían afectar nuestros resultados operacionales se incluyen bajo el título “Risk Factors” (“Factores de riesgo”) y en otros lugares en nuestro informe anual más reciente en el Formulario 10-K y en nuestro informe trimestral en el Formulario 10-Q, así como en otros registros presentados ante la SEC, cuyas copias pueden obtenerse al visitar nuestro sitio web de Relaciones con Inversionistas en www.rclinvestor.com o en el sitio web de la SEC en www.sec.gov. No se debe depositar excesiva confianza en las declaraciones prospectivas, que se basan en la información de la que disponemos en la fecha de la presente publicación. No asumimos obligación alguna de actualizar o revisar públicamente ninguna declaración prospectiva, ya sea como resultado de nueva información, eventos futuros u otros factores.