Moody’s rebaja 0.3% previsión de crecimiento de países del G20 por Covid-19
La agencia de calificación de riesgo Moody’s señaló que, debido a la crisis del coronavirus de Wuhan (Covid-19), rebajó en un 0.3% sus previsiones de crecimiento para las economías del G20, que ha cifrado en un 2.1% en vez del 2.4% inicial.
En un informe, Moody’s también rebajó la previsión de crecimiento para China, que en un principio había calculado en un 5.2% y que tras los estragos del patógeno sitúa ahora en un 4.8%, un 0.4% menos.
En el gigante asiático, mientras que la tasa de infecciones del virus parece haberse estancado y la actividad en las fábricas se está reanudado lentamente, Moody’s opina que devolver la actividad económica a los niveles normales “llevará tiempo”, especialmente en el sector de los servicios, que supone un 50% de la actividad económica de China.
También Estados Unidos sufrirá una rebaja del 0.2% y crecerá, según el pronóstico de Moody’s, un 1.5% en 2020 en vez de el 1.7% que había previsto inicialmente.
La economía estadounidense se verá especialmente afectada en el primer semestre pero experimentará un repunte en la segunda mitad del año, de acuerdo a los nuevos cálculos de Moody’s.
En Europa las previsiones de crecimiento pasan del 1.2 al 0.7% y el caso más significativo es el de Italia, la nación europea más afectada por el brote de COVID-19, y que según Moody’s en vez de crecer un 0.5% como había calculado hace apenas tres semanas, se moverá en el terreno de la recesión con una involución de su producto interior bruto del -0.5%.
Esta disminución del PIB italiano es achacable según la calificadora de riesgos a las restricciones en los desplazamientos, a los cierres en algunos negocios y a que el brote se ha cebado especialmente con las regiones de Lombardía, Véneto y Emilia Romaña, que juntas producen el 40% del PIB de Italia.
Para Moody’s, el riesgo de una recesión global ha aumentado considerablemente a la par que el miedo al contagio disminuirá la actividad de consumidores y negocios en todo el mundo.
“Cuanto más tarde en volver la actividad regular mayor será el impacto económico del virus”, expresa la agencia en el informe, que añade que será el shock en la demanda, y en especial un frenazo sostenido en el consumo, lo que dominará las dinámicas de una posible recesión.
Todo ello sumado a los cierres extendidos de algunos negocios, el daño en las ganancias que eso supone y los consecuentes despidos influirá en las perspectivas económicas y “alimentará la dinámica recesiva”, según Moody’s.
En opinión de la agencia de riesgos, que se tomen políticas fiscales y monetarias podría “ayudar a limitar el daño” en algunas economías concretas.
Moody’s indicó que los anuncios de las autoridades fiscales competentes y los bancos centrales, como la Reserva Federal de Estados Unidos, que ha rebajado los tipos de interés, o las políticas que se prevé que tomen el Banco Central Europeo y el Banco de Japón, ayudarán a “limitar la volatilidad del mercado financiero”.
En cualquier caso, y pese a que la evolución del patógeno continúa siendo “incierta” a juicio de Moody’s, la agencia de calificación de riesgos cree que los esfuerzos globales para contrarrestar el esparcimiento del virus y “quizás” las temperaturas más cálidas en el hemisferio norte durante los meses de primavera y verano darán un respiro a la actividad económica en la segunda mitad del año.